Practica esta lección: Ir al examen
34
BLOQUE II
Es importante señalar que un
membranófono necesita, además del
parche en tensión, una
caja de
resonancia
para amplificar la
vibración. De hecho, muchos
instrumentos de otras familias
requieren esta caja. Si estiras una
membrana y la golpeas, vibrará, pero
su sonido apenas será audible; es
necesario amplificar la vibración.
¿Cómo y con qué construirías un
membranófono?
¡Inténtalo!
Necesitas, básicamente, definir qué
usarás como membrana y qué como
caja de resonancia. El parche puede
ser de hule o plástico; experimenta
con otros materiales.
Es importante que para la caja
utilices un objeto firme que
amplifique bien las vibraciones: un
bote de cartón o metal funcionaría
muy bien. Evita materiales débiles,
como el unicel o el plástico muy
delgado. Estira la membrana y únela
a la caja con ligas, cuerda o
tachuelas. La clave es un parche bien
tenso. Una membrana arrugada o
floja no sirve para un membranófono,
de ahí el dicho: “No te arrugues,
cuero viejo, que te quiero
pa’ tambor”.
Muchos membranófonos se golpean
con unos palos llamados
baquetas
.
¡Inventa tus baquetas!, pueden ser
unas varitas o unos lápices.
Haz la prueba de colocarles cabezas
de plastilina, algodón envuelto en un
pedazo de tela o, incluso, estropajo.
Las características de las baquetas
afectan el timbre del membranófono,
¡así que éste es un enorme campo
para experimentar!
Platica con tus compañeros: ahora que
has construido tu membranófono, ¿qué
importancia crees que tiene el material
con que se elabora?
¿Fue fácil fabricarlo
al tener una idea
previa de cómo
hacerlo?, ¿por qué?
¿Lograste realizarlo
tal y como lo
esperabas?,
¿por qué?
Consulta en:
y busca información sobre la construcción de
instrumentos musicales.
Bongós
Jambé