Comercio
Los productos ganaderos, agrícolas y mineros de Nueva España
se distribuían mediante el comercio interno y externo. Al inte-
rior del territorio la producción se vendía en tianguis y plazas,
y se distribuía gracias a los arrieros, quienes comúnmente eran
hombres fuertes y rudos porque tenían que defender las mer-
cancías que transportaban de posibles asaltos, además, se dice
que eran muy honrados.
En Nueva España había una intensa actividad comercial, por
lo que se conformaron regiones especializadas en el intercam-
bio de ciertos productos.
Los sitios con mayor actividad comercial eran los puertos, es-
pecialmente dos. Veracruz, donde se intercambiaban productos
con España (como materias primas, productos de minería, gra-
na cochinilla, palo de Campeche, vainilla, etcétera); allí llegaban
las disposiciones del rey y la correspondencia de Europa. El otro
puerto era Acapulco que tenía rutas con destino a Asia, de donde
se traían mercancías de lujo (ropa, seda, marfil), especias, papel
y pólvora (revisa el mapa de la página 133 para que obser ves
cuáles eran y dónde estaban los principales puertos de Nueva
España).
Descanso de una recua
(conjunto de animales de carga que se usan para transportar mercancía), pintura
del alemán Mauricio Rugendas, artista que viajó por México durante la primera mitad del siglo XIX.
BLOQUE IV
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