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Explicas la inserción de México en el nuevo orden
económico internacional y la globalización
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Sabías que...
Ante los graves problemas de inflación que se vivieron en casi todo el mundo entre
los setenta y los ochenta, los bancos centrales adoptaron como su objetivo priorita-
rio lograr la estabilidad de los precios. Para reforzar el cumplimiento de este objeti-
vo, se ha visto una tendencia mundial a otorgar autonomía a los bancos centrales
a efecto de dejar de servir como instrumento de financiamiento del gasto de los
gobiernos y como fuente de inflación.
En 1925 se expidió la ley que creó el Banco de México a iniciativa del presidente de
la República Plutarco Elías Calles. El propósito fue centrar en un banco estatal la
emisión de billetes ordenado por la Constitución, con una conveniente autonomía
del Banco de México. Al respecto, la exposición de motivos señalaba: “Hay efec-
tivamente, en un banco controlado por el Gobierno, el gravísimo peligro de que el
interés político pueda predominar en un momento dado sobre el interés público”.
La Ley Orgánica del Banco de México de 1936, que sustituyó a la primera, reafirmó
el criterio de conferir al banco central amplia autonomía e hizo más severos los
requisitos para la emisión de sus billetes. También prohibió al banco, de manera
total, conceder créditos al Gobierno Federal, reiterando que la institución debía ser
autónoma, pues esto era necesario para que pudiera cumplir con su función de ser-
vir intereses nacionales permanentes, sin que se le utilizara como instrumento para
atender necesidades políticas o financieras extraordinarias del Gobierno.
Fuente: Iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 28, 73 y 123 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por el Ejecutivo federal el
martes 18 de mayo de 1993.
En la administración del expresidente Carlos Salinas de Gortari, en 1990, se
liberalizó la banca al adoptarse algunas medidas a fin de que el servicio de banca
y crédito dejaran de ser exclusivas del Estado. Con ello se permitió nuevamente la
participación de particulares, e incluso del capital extranjero hasta por un máximo
del 30%. Hoy en día, los inversionistas foráneos pueden participar con el 100% del
capital de una institución bancaria.