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Analizas las características de la tragedia
El sacerdote recurrió a la autoridad máxima porque recordaba que cuando el pueblo
se había quedado sin gobernador, fue quien le salvó de la desgracia, supuestamente
con ayuda de los dioses.
Al comenzar la búsqueda de la cura de la enfermedad, Edipo se encontró con una
supuesta teoría, que decía lo siguiente: “lo más seguro es que hace años, cuando
falleció Layo, antiguo gobernador de Cadmos, haya comenzado esta epidemia”.
Edipo continuó con su búsqueda y su fel sirviente le aconsejó llamar a un proFeta para
averiguar más rápido la o las causas de tan terrible tragedia.
Tiempo después, Edipo se entrevista con un profeta, quien le hablaba en clave pero
no dio mayores antecedentes acerca del asesino de Layo. Edipo se enfureció y no
quedó convencido del todo con lo que le habían revelado, el profeta mandó buscar a
otra persona, un mensajero que dijo a Edipo que antes que él naciera, se había dicho
que iba a unirse carnalmente con su madre, e iba a dar muerte con sus propias manos
a su padre.
Aparte de esto, reveló que en las montañas existía un pastor, quien fuese
el súbdito de Layo, y testigo de su muerte.
Edipo ordenó traer al pastor y se sintió más confundido que nunca, también comenzó
a averiguar por todos los medios quién era su padre. Sin prestar atención a lo que
le había dicho el mensajero, creó un reglamento en contra del que resultara ser el
asesino de su padre, que decía que esta persona iba a ser expulsada del pueblo, y no
sería bienvenido en ningún hogar.
Frente a Edipo, el pastor fue amenazado de muerte si no decía lo que había ocurrido
exactamente. El pastor reveló todo lo que había ocurrido en ese tiempo, y terminadas
sus palabras, todos se dieron cuenta de que Edipo era el hijo de Layo, al que había
matado, al oír esto su esposa, Yocasta, salió corriendo hasta su cuarto y allí se encerró.
Edipo no podía creer lo que estaba sucediendo, había dado muerte a su padre, pero
además estaba casado con su propia madre, con la cual tuvo hijos. Edipo fue hasta la
habitación y al abrir la puerta se encontró con Yocasta ahorcada, colgando del techo,
y recordó lo que dijo en contra del que resultara ser el asesino de Layo, sacó unos
alfleres de oro que tenía la mujer en su vestido y se picó los ojos con ellos.
Debido a que Edipo estaba
impedido para ejercer el cargo de gobernador en Cadmos,
fue Creonte quien tomó las riendas del mando. El asesino estaba destrozado, y pidió
ser desterrado del pueblo al que salvó de la miseria. Edipo quería abandonar el pueblo
con sus hijas, pero el nuevo gobernante se lo impidió, el desterrado fue acompañado
hasta la salida del palacio tambaleándose y apoyado en el cuerpo de Creonte.