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Reconoces y demuestras las diferencias entre la fábula y la epopeya
Sieglind, la rica cuidaba de la costumbre antigua,
repartiendo oro rojo por amor a su hijo,
bien ella podía ganar para él con esto el favor de toda la gente.
Al fnal ya no hubo juglar pobre en todo el país.
Los vestidos y caballos les volaron de las manos
como si ya no tuvieran que vivir más que un día.
Jamás se vio a gente que obrara con tanta generosidad.
Con honores loables terminaba la diversión
y desde este tiempo podía escucharse de los vasallos,
que les gustaría ser súbditos del joven.
Esto no lo pedía Siegfried el espada noble.
Mientras vivieran todavía Siegmund y Sieglind,
y no quería él llevar la corona el hijo querido por ambos.
Pero quería rechazar magnífcamente todo ataque,
que se temiera a sus países, el espada temerario y bello.
Nadie podía censurarlo desde que había recibido las armas,
raras veces descansó el héroe ilustre.
Sólo trataba de luchar y su mano fuerte
en todo el tiempo le ganó fama en países extranjeros.
Cantar de los nibelungos
. (1998). México: Editorial Porrúa, pp. 3-5.
Temerario
.
Imprudente. Que se expone a riesgos
innecesarios.
Vasallo.
Súbdito de un soberano. Persona subordinada
a otra.
Ceñir
.
Ajustar, apretar.
Aglomeración.
Amontonamiento.
Enjaezar
.
Poner adornos en la crin de un caballo.
Juglar
.
Hombre que recitaba o cantaba poesía.
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