Reconoces y demuestras las diferencias entre el mito y la leyenda
Actividad 3.
Te permite identifcar las características estructurales de textos dados.
Respuestas de referencia
Texto:
El origen de la muerte según la mitología japonesa.
Subgénero:
Mito.
Tema:
El origen de la muerte.
Clasifcación:
Etiológico.
Tipo de persona-
jes:
Dioses: Izanagi e Izanami.
Tiempo-espacio:
Se sitúa fuera del tiempo histórico.
Estructura:
Planteamiento
Los primeros dioses decidieron crear a dos seres divinos, un
dios llamado Izanagi y una diosa llamada Izanami. Estos seres
divinos fueron los encargados de crear numerosas islas y más
dioses que poco a poco llegarían a formar la Tierra en la que
vivimos actualmente.
Desarrollo
y
ruptura de
equilibrio
Izanagi e Izanami tuvieron mucha descendencia, pero cuando
la diosa engendró a Kagutsuchi (dios del fuego) pereció. Iza-
nagi estaba totalmente desconsolado, amaba por encima de
cualquier cosa a su esposa y no soportaba la idea de pasar el
resto de sus días alejado de su mujer. Éste fue el principal mo-
tivo por el que decidió viajar a Yomi (la tierra de los muertos).
Pronto llegó al lugar donde se suponía que la encontraría,
un sitio que al parecer no se diferenciaba del mundo terrenal
nada más que por la absoluta y perpetua oscuridad. A pesar
de la similitud con el exterior, Izanagi comenzó a sentirse mal,
echaba demasiado de menos la luz y los placeres terrenales.
Defnitivamente ese lugar no estaba hecho para él. Se apre
-
suró entonces a encontrar a Izanami y cuando la encontró le
suplicó que volviera con él a la vida en la Tierra. Izanami en
respuesta escupió a su pareja, de esta forma quería indicarle
que ya era demasiado tarde. Ella no quería moverse de Yomi,
estaba bien allí y se había acostumbrado a la eterna oscuri-
dad.
Ante el fracaso de su ataque, Izanagi decidió lanzar su peine
que se transformó en brotes de bambú; parece ser que esto
frenó a las Shikomes, no obstante, comenzaron a seguirle más
seres horribles de Yomi. El dios comenzó a orinar en un árbol
creando un río enorme pero de nada sirvió, posteriormente
lanzó melocotones que tampoco sirvieron para detener la per-
secución, pero lo ayudaron a llegar más lejos.
367