El ratoncito vio que era cierto y se quedó
más tranquilo. Ayudó a su madre a recoger
flores, pero no volvió a mirar al cielo en
toda la tarde.
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Leer sobre grandes aventuras es siempre
divertido, por eso, no te pierdas las que se
encuentran en
Había una vez una casa
, de la
Blibioteca de Aula, o en
Historia de ratones
, de tu
Biblioteca Escolar.