Practica esta lección: Ir al examen
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas
mandarinas, las uvas moscateles, todas de
ámbar, los higos morados, con su cristalina
gotita de miel…
Es tierno y mimoso igual que un niño, que
una niña…; pero fuerte y seco, como de piedra.
Cuando paso sobre él, los domingos, por las
últimas callejas del pueblo, los hombres del
campo, vestidos de limpio y despaciosos, se
quedan mirÁndolo:
―Tiene acero…
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo
tiempo.
Juan Ramón JimÉnez
99