saltan las gotas, contra el sol, y brillan. Todo
el campo está verde: hasta el lomerío pelón de
Río Blanco y el cerro de la Higuera, siempre azul.
Del verde tierno al verde obscuro —milpas,
hortalizas, Árboles—, todos los verdes, llenos de
sol, en la tarde bonita, convidan a sentirse pÁjaro
brincador, chicharra cantadora.
AgustÍn YÁñez
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