28
bloque
I
En la adolescencia
se presentan muchas
situaciones que
pueden afectar
la integridad
personal
de los jóvenes.
Las situaciones de riesgo a las que podemos
exponernos en la vida cotidiana incluyen,
por ejemplo, correr en la calle sin cuidado,
especialmente en lugares abiertos al
tránsito de automóviles; jugar en la cocina
mientras se preparan los alimentos; hacer
mal uso de herramientas como cuchillos
o tijeras; aceptar un cigarro, una bebida
alcohólica o una sustancia desconocida
o dañina. También constituye un riesgo
exponerse a situaciones violentas.
Otras situaciones de riesgo que
no podemos prevenir, pero de las que
necesitamos saber protegernos, son los
desastres, como los sismos, los huracanes
y las inundaciones.
¿Cómo puedes prevenir las
diversas situaciones de riesgo? ¿Qué
consecuencias pueden tener para tu
integridad si no estás preparado? ¿Qué
partes de tu cuerpo se pueden dañar si
no tomas las medidas adecuadas?
Existen sustancias que cuando se consumen
producen lesiones en el sistema nervioso. Por
ello es importante proteger el cuerpo ante
cualquier situación de riesgo que involucre dichas
sustancias. Los órganos no sólo pueden ser
dañados por golpes, traumatismos y lesiones,
sino también por el consumo de sustancias
tóxicas, fundamentalmente tabaco y alcohol.
Cuando uno de los órganos se daña, no sólo puede
dejar de funcionar correctamente, sino que su
mal funcionamiento afectará a todo el sistema al
que pertenece y, por ello, a la larga el organismo
entero se verá perjudicado.