Una vez realizada esta actividad aeróbica, conviene introducir algunas respiraciones,
para lo cual recurriremos a las flexiones y extensiones. Inhalen tanto aire como
puedan y al mismo tiempo extiendan sus brazos a los lados; luego exhalen, al tiempo
que flexionan su torso y brazos relajándolos al máximo; repitan dos o tres veces más
la actividad buscando que cada vez la extensión sea más amplia y la flexión más
profunda.
a)
Extiendan sus brazos a los lados en el nivel alto, como cuando sienten un poco
de flojera y desean estirar el cuerpo para reanimarlo.
b) Flexionen los brazos cruzándolos por enfrente del cuerpo para abrazarse tan
fuertemente como sea posible.
c) Repitan la extensión, pero ahora buscando extender también el torso al
máximo; repitan la flexión, pero incorporen una ligera flexión del torso hacia el
frente.
d) Prosigan una o dos veces más la secuencia buscando que se incremente cada
vez más el grado de extensión y flexión.
e) Realicen flexiones continuadas de rodillas a manera de muelleo
y flexionen el
torso hacia delante relajándolo. Luego contrasten con una extensión de torso y
brazos elevándolos al máximo.
Sigamos con rotaciones. Realicen el siguiente ejercicio:
a) Con los brazos flexionados abrazándose el cuerpo, roten lentamente la cabeza
a la derecha y a la izquierda, luego el torso y al final, sobre el propio eje, roten
todo el cuerpo; repitan el movimiento buscando que la amplitud de la rotación
sea cada vez mayor.
b) Dibujen con la cabeza un círculo en el sentido de las manecillas del reloj,
continúen con el torso y finalicen caminando y trazando un pequeño círculo;
repitan la actividad en sentido opuesto: en contra de las manecillas del reloj.
Sugerencia
: enriquezcan el ejercicio con variaciones en la dinámica y el tempo,
exploren la escala en ascenso o descenso de lo lento a lo rápido (comenzar las
flexiones y extensiones muy lentas y poco a poco incrementar la velocidad hasta
que se ejecuten lo más rápidamente posible) o de lo elevado a lo pesado (iniciar
con una sensación de levedad en nuestro cuerpo, como una pluma, y poco a poco
dejar que el peso del cuerpo ceda a la gravedad), o de lo fuerte a lo guango
(ejecutar las flexiones con la mayor tensión muscular posible y poco a poco relajar
el cuerpo hasta perder por completo la fuerza), o las variantes en acentos (al
principio del movimiento un acento ligero: impulso, o al final del movimiento un
acento fuerte: impacto), etc.
Sugerencia
: Una vez lograda la coordinación de estos movimientos, pueden
incorporar el movimiento de los brazos cuando el torso y todo el cuerpo se rotan,
pero cuidando que sea del torso de donde surja el impulso para mover los brazos y
no al revés. De igual forma, enriquezcan la experiencia de la rotación con cambios
en la dinámica y el tempo.
Ahora pueden continuar experimentando con cambios de soporte, equilibrio, caída y
salto. Seleccionen uno o dos de los ejercicios siguientes, dependiendo del tiempo de
226