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Muchos jóvenes son sensibles a su aspecto físico; de ahí que sientan mucha ansiedad
e
inseguridad
cuando su imagen corporal no corresponde a los “modelos” e “ideales”
que los medios de comunicación muestran como perfectos. Afortunadamente esta
preocupación en la apariencia física se va desvaneciendo conforme avanza la
adolescencia y otros intereses aparecen en escena.
Para concluir la sesión, den lectura en voz alta al siguiente texto. Se sugiere que lo
haga primero una mujer, y después un hombre, cuidando de cambiar el texto al género
masculino. Después den un espacio para hacer comentarios sobre él.
Para reflexionar
…
Yo soy
En todo el mundo no hay nadie como yo.
—porque sola me elegí.
Toda yo me pertenezco
…
mi cuerpo,
incluyendo lo que hace;
mi mente,
incluyendo mis ideas y pensamientos;
mis ojos,
incluyendo lo que perciben;
mis sentimientos,
incluyendo mi coraje, alegría y
frustración
,
amor, desilusión o excitación;
mi boca,
incluyendo las palabras justas o injustas
que de ellas salen;
mi voz,
incluyendo los tonos que acompañan
mis ánimos; y todos mis actos
…
Toda yo me pertenezco
…
me pertenecen mis fantasías y mis
sueños,
mis esperanzas y mis temores.
Me pertenecen mis triunfos y mis éxitos;
mis fracasos y mis errores.
Hay cosas en mí que me confunden
y otras que no conozco,
pero, porque yo toda me pertenezco,
corrijo
…
me amo
…
y soy mi amiga.
Toda me pertenezco
…
mi apariencia,
la manera como soy ante los demás,
lo que digo y lo que hago,
lo que siento y lo que pienso,
eso soy yo.
Mi yo
auténtico
,
reflejándose en el espacio
que ocupo en este instante.
Soy responsable de lo que digo y lo que
pienso.
Puedo tomar o desechar lo que viene.
Puedo conservar las cosas buenas.
Puedo ver, oír y sentir,
pensar, hablar y actuar.
Tengo herramientas para sobrevivir;
para acercarme a los demás,
ser productiva
y encontrar armonía y orden
en el mundo de la gente y de las cosas.
Me pertenezco
y, por tanto, puedo
construir y construirme.
Yo soy
…
y estoy bien.
Virginia Satir (2005),
Vivir para amar.
Encontrando los tesoros
de tu mundo interior
, pp. 7-8