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Muchos jóvenes son sensibles a su aspecto físico; de ahí que sientan mucha ansiedad
e
inseguridad
cuando su imagen corporal no corresponde a los “modelos” e “ideales”
que los medios de comunicación muestran como perfectos. Afortunadamente esta
preocupación en la apariencia física se va desvaneciendo conforme avanza la
adolescencia y otros intereses aparecen en escena.
Para concluir la sesión, den lectura en voz alta al siguiente texto. Se sugiere que lo
haga primero una mujer, y después un hombre, cuidando de cambiar el texto al género
masculino. Después den un espacio para hacer comentarios sobre él.
Para reflexionar
Yo soy
En todo el mundo no hay nadie como yo.
—porque sola me elegí.
Toda yo me pertenezco
mi cuerpo,
incluyendo lo que hace;
mi mente,
incluyendo mis ideas y pensamientos;
mis ojos,
incluyendo lo que perciben;
mis sentimientos,
incluyendo mi coraje, alegría y
frustración
,
amor, desilusión o excitación;
mi boca,
incluyendo las palabras justas o injustas
que de ellas salen;
mi voz,
incluyendo los tonos que acompañan
mis ánimos; y todos mis actos
Toda yo me pertenezco
me pertenecen mis fantasías y mis
sueños,
mis esperanzas y mis temores.
Me pertenecen mis triunfos y mis éxitos;
mis fracasos y mis errores.
Hay cosas en mí que me confunden
y otras que no conozco,
pero, porque yo toda me pertenezco,
corrijo
me amo
y soy mi amiga.
Toda me pertenezco
mi apariencia,
la manera como soy ante los demás,
lo que digo y lo que hago,
lo que siento y lo que pienso,
eso soy yo.
Mi yo
auténtico
,
reflejándose en el espacio
que ocupo en este instante.
Soy responsable de lo que digo y lo que
pienso.
Puedo tomar o desechar lo que viene.
Puedo conservar las cosas buenas.
Puedo ver, oír y sentir,
pensar, hablar y actuar.
Tengo herramientas para sobrevivir;
para acercarme a los demás,
ser productiva
y encontrar armonía y orden
en el mundo de la gente y de las cosas.
Me pertenezco
y, por tanto, puedo
construir y construirme.
Yo soy
y estoy bien.
Virginia Satir (2005),
Vivir para amar.
Encontrando los tesoros
de tu mundo interior
, pp. 7-8