Algunos de los motivos que constituyen las pisadas de los sones jarochos son:
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Combinaciones de escobilleos de metatarso con cambio de peso, cepilleos de
talón y apoyos de planta con cambio de peso, estos movimientos se realizan con
el mismo pie; combinaciones de golpes de planta con cambio de peso, cepilleos
de talón y escobilleos de metatarso con o sin cambio de peso, según se requiera
para alternar o no la pisada.
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Combinaciones (1) un golpe de planta con cambio de peso, (2) dos golpes de
planta, uno sin cambio de peso y otro con cambio de peso, (3) dos golpes
alternados con cambio de peso.
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Combinaciones de dos carretillas y una carretilla con impulso repetido dos veces
y cinco carretillas y una carretilla con impulso.
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Combinaciones de apoyos de planta con volados simultáneos hacia el frente con
las piernas extendidas, alternándolos y coordinados con pequeños impulsos y
deslizados sobre los metatarsos con cambio de peso.
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Combinaciones de golpe de planta con cambio de peso y un golpe de tacón
ligeramente rebotado sin cambio de peso a contratiempo, al repetir el
movimiento con el mismo pie es necesario realizar un pequeño impulso, se
puede realizar una o tres veces, para alternar el movimiento se ejecuta un golpe
de planta sin cambio de peso y uno con cambio de peso con el mismo pie.
La velocidad de ejecución de las pisadas depende del son, los hay lentos o muy
rápidos, aunque predominan estos últimos;
el ritmo de los pies siempre es continuo y
variado. En ocasiones se ejecutan sones a contratiempo. En estas ejecuciones se
observa el dominio y musicalidad de los ejecutantes. Cuando no se ha logrado el
dominio total de las pisadas se puede observar una exageración en la tensión del
cuerpo que distorsiona los movimientos.
Al ejecutar las pisadas de los sones jarochos el peso del cuerpo se mantiene
ligeramente suspendido la mayor parte del tiempo, en particular es visible esta
sensación cuando se realizan los volados, cepilleos y escobilleos para dar mayor
agilidad a las piernas. El peso se cambia en forma constante de una pierna a otra al
ejecutar golpes o apoyos y se mantiene en el centro al realizar volados, escobilleos,
cepilleos. Es muy frecuente encontrar dos golpes de planta con cambio de peso con
el mismo pie, lo que obliga a realizar un pequeño impulso antes del segundo golpe,
que requiere para su ejecución de una suspensión del peso, ya que prevalece la
intención de no brincar, de mantener el movimiento asentado.
El son jarocho es una modalidad que presenta diversas combinaciones con los
elementos descritos y generalmente el bailador en cada ejecución realiza pisadas
diferentes, aunque existen los pasos base que sirven de entrada a los sones.
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