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Libro para el Maestro
I
FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
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Observen el esquema que trazaron en el pizarrón y compleméntenlo con la informa-
ción del texto anterior.
En la lectura se dice que “hay acontecimientos de la vida diaria, que solamente atañen
a uno mismo y ni los padres ni nadie pueden decidir que hacer”. Piensa en situaciones
o aspectos de tu vida en los que seas tú quien decide.
Alrededor de la siguiente figura, anota al menos cuatro aspectos en los que debes
decidir:
Ser joven o adolescente en otros tiempos
Quien ha llegado a la edad adulta
ha pasado necesariamente por la ado-
lescencia. Sin embargo, en el siglo XIX ésta no se reconocía como un periodo
con características propias. De niño se pasaba a ser adulto y se adquirían otras
responsabilidades; incluso era común que las personas se casaran a temprana
edad. Hay quienes afirman que la idea de la juventud apareció hasta el siglo
XX y esto en gran parte se debe a que en la segunda mitad del siglo XIX la
esperanza de vida comenzó a aumentar. “En 1860 […] la salud de un campe-
sino comenzaba a deteriorarse después de los 35 años, a consecuencia de
enfermedades [que hoy son curables], dieta, alcoholismo y arduo trabajo, por
lo que moría pocos años más tarde. En 1880, un individuo podía confiar en
llegar a vivir 45 años, y aún más, ya entrado el nuevo siglo.” En los siglos
pasados, el ciclo de vida comprendía básicamente dos momentos: la infancia
y la madurez.
Actualmente, la gente vive más años y se reconoce que el ciclo de vida inclu-
ye varias etapas: la infancia, la adolescencia, la juventud, la edad adulta, la
madurez y la vejez.
Gerardo Necoechea. “Los jóvenes a la vuelta del siglo” en
Historias de los jóvenes en México. Su presencia en el
siglo XX
, José A. Pérez y Maritza Urteaga (coords.). México: Instituto Mexicano de la Juventud, 2004, p. 91.
Durante la adolescencia son más evidentes los desacuerdos y las inconformidades en la
relación con las personas adultas. Como viste, esto se debe a que vas adquiriendo mayor
capacidad para razonar, para mirar críticamente lo que ocurre a tu alrededor.
Pídales que expresen, de forma voluntaria,
lo que más les gustó o llamó su atención de 
la clase pasada, así como lo que menos les 
interesó. Recuerde que es importante que 
los alumnos den sus razones, esto es, que 
argumenten su opinión.
Es recomendable que durante la clase 
vincule este tema y los aspectos que se han 
estudiado sobre autonomía moral y ejercicio 
responsable de la libertad en el bloque 
anterior.
2
Recapitule lo analizado hasta ahora con 
su grupo y pídales que escriban las ideas 
más importantes o lo que aprendieron en 
esta sesión.
Concluya la clase haciendo una síntesis 
de lo estudiado en la secuencia 2 acerca 
de la responsabilidad. Resalte que ésta 
se ejerce en situaciones y decisiones 
concretas, y que, como adolescentes, 
ahora tienen más oportunidades para ser 
responsables y aprender lo que esto 
implica.
2
Al finalizar la clase, solicíteles a sus 
alumnos que piensen en la siguiente 
pregunta:
¿Cómo puedes saber si lo que consideras 
mejor para ti realmente lo es? 
Dígales que no se trata de dar inmediata-
mente una respuesta, sino de que 
reflexionen sobre ella y anoten en su 
cuaderno algunas ideas para compartir 
esta pregunta más adelante.
4
Para ofrecer a su grupo otras herramien-
tas en la toma de decisiones, consulte en 
el apéndice la lectura “Enséñelos a 
decidir por sí mismos”.
Ahí encontrará elementos prácticos que 
puede exponer al grupo como parte del 
cierre de esta clase.