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I
FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
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Soy adolescente con derechos y responsabilidades
Las transformaciones que estás experimentando en el desarrollo de tu personalidad, en
tus capacidades sexuales y en tu forma de pensar, te colocan en una posición de mayor
responsabilidad frente a ti mismo y a los demás.
Durante la adolescencia surge un deseo de afirmar la individualidad, lo que conduce, en
muchas ocasiones, a ignorar hábitos de disciplina, alimentación, higiene y al rechazo de
estrategias de protección personal que los adultos de la familia o de la escuela consideran
importantes.
Contar con información clave para mejorar tu calidad de vida, qué hacer para desarrollarte
integralmente y cómo enfrentar situaciones de riesgo en tu salud, son aspectos
fundamentales para que decidas el estilo de vida que prefieres para ti y seas consciente
de las ventajas y desventajas de tus elecciones.
6.
Observa el siguiente esquema y señala aquello que es necesario que atiendas para
mejorar tu bienestar.
Traza un esquema parecido en tu cuaderno
Anota lo que actualmente haces en cada uno de los aspectos señalados y posteriormente
escribe qué puedes hacer para mejorar en cada uno de ellos.
SESIÓN 35
3
El ejercicio físico
La práctica constante de una
actividad o deporte trae beneficios a
la persona porque favorece la elasticidad
de los músculos, el buen estado de
ánimo, proporciona bienestar y
relajamiento. Ayuda a prevenir
enfermedades en edades
adultas.
2
La recreación y el descanso
Se trata del tiempo en el que se
suspende el desarrollo de actividades
laborales, del hogar y de la escuela para
recuperar energías y desarrollar otras facetas
de la personalidad. Se realizan por placer,
ayudan a reducir el estrés, y a liberar
y expresar emociones.
4
La higiene
Se le denomina al conjunto de
hábitos de limpieza y aseo personal
que ayudan a conservar la salud y
prevenir enfermedades.
1
La alimentación
Debe ser nutritiva y equilibrada.
Para un buen desarrollo y
funcionamiento del organismo humano, es
indispensable incorporar en las comidas diarias,
alimentos de origen vegetal y animal: cereales
(avena, arroz, maíz), frutas y verduras,
leguminosas (lenteja, haba, garbanzo, frijol) y
oleaginosas (nuez, cacahuate,
almendras), carnes y alimentos de
origen animal.