calentar y practicar antes de su partido o competencia, es necesario acondicionar la voz
antes de cantar para obtener los mejores resultados.
A continuación te sugerimos una serie de ejercicios como preparación al canto. Algunos
ya los conoces, otros son nuevos, pero recuerda que en la técnica vocal no se trata de
conocerlos, sino de practicarlos continuamente. Además, te recomendamos que
consultes los materiales
Cantemos juntos
(
SEP
,1996),
El estudio del canto
(de
Madeleine Mansión) y
El ABC de la respiración
(de Carola Speads), para que amplíes
tu repertorio de ejercicios.
Ejercicios de relajación
1. Iniciar de pie, con el cuerpo derecho, los pies juntos, la cabeza recta y las manos
libres. Dejar que los brazos caigan a los lados del cuerpo. Mover los dedos de
ambas manos durante cinco segundos. Sin dejar de mover los dedos, levantar
los brazos y estirarlos, queriendo alcanzar el techo. Bajar los brazos y dejar de
mover los dedos.
2. Subir los hombros intentando juntarlos al cuello, haciendo tensión. Dejarlos caer
súbitamente. Repetir dos o tres veces hasta sentir la diferencia entre los hombros
tensos y relajados. Recordar que, para cantar, los hombros deben estar
relajados.
3. En la misma posición de pie, sin mover el resto del cuerpo, mover lentamente el
cuello y la cabeza de esta forma: derecha, centro, izquierda, centro, derecha,
centro, izquierda, centro, arriba, abajo y al frente. El movimiento debe ser lento,
continuo y debe durar lo mismo en cada posición. Repetir dos o tres veces.
4. Masajear la mandíbula con ambas manos. Colocar los dedos en la parte baja de
los cachetes, sobre las mandíbulas, y dar masaje con un movimiento circular.
Abrir la boca como si bostezaran sin dejar de masajear. Bajar los brazos y relajar
la boca.
Ejercicios de respiración
1. De pie, con el cuerpo derecho, los pies juntos, los hombros relajados, colocar
una mano en el abdomen a la altura del ombligo. Respirar de manera suave y
profunda, sin levantar los hombros, y sentir cómo llega el aire hasta el lugar
donde está apoyada la mano. Sentir cómo se mueve la mano. Después, sin dejar
de tocar el abdomen, inspirar de manera profunda, muy despacio. Sentir cómo se
empuja la mano desde dentro. Enseguida, espirar poco a poco, soltando el aire
lentamente.
2. Mantener los hombros relajados, colocar una mano en el abdomen y tomar aire
en forma suave y profunda. Sostener el aire en los pulmones durante diez
segundos. Dejar salir el aire con calma en dos tiempos, primero la mitad y luego
el resto.
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