sonidos agudos y graves, con distintas duraciones y acentos, fueron anteriores a la
palabra articulada.
La armonía, en cambio, surge de un trabajo paulatino, gradual, de exploración y
experimentación consciente y con una finalidad: crear música.
Del siglo IX datan los primeros tratados musicales donde se hace referencia a la
armonía. Para esta fecha ya existen algunos sistemas de notación musical y
probablemente es la escritura musical la que detonó el inicio de la armonía. Toda la
música de que tenemos noticia antes de esa fecha consistía en una simple línea
melódica. Por línea melódica nos referimos a una sucesión de sonidos de diferentes
alturas, uno después de otro, sin sonidos simultáneos; por supuesto la línea melódica
abarca el ritmo, pues cada uno de esos sonidos, que suben y bajan de tono, tiene una
duración particular, lo cual constituye un ritmo.
Las primeras formas de armonía (aparecidas en los tratados del siglo IX) eran muy
simples: una melodía más ella misma repetida simultáneamente a un intervalo de
cuarta
superior o
quinta
inferior. Es decir, una melodía que empieza en
re
, estará acompañada
por esa misma melodía, con sus mismos cambios de tonos y el mismo ritmo, pero
empezando en
sol.
Recordemos qué es un intervalo. Un intervalo es la distancia entre dos notas. Para
entenderlo con mayor claridad, llamaremos a las notas por número (o grado):
Do
re
mi
fa
sol
la
si
do
re
mi
fa
sol
la
si
do
1
2
3
4
5
6
7
1
2
3
4
5
6
7
1
Una
segunda
es el intervalo que abarca dos notas, por ejemplo, de 1 a 2, de 4 a 5, de 7
a 1, etcétera.
El intervalo de
tercera
es el que va de una nota a otra situada a tres notas de ella,
incluyendo la nota de la que partimos: de 1 a 3, de 2 a 4, de 3 a 5, de 6 a 1, de 7 a 2
(recuerda que las notas vuelven a empezar), etcétera. De la misma manera, una
cuarta
será la distancia entre las notas 1 y 4, 2 y 5, 3 y 6, 7 y 3, etcétera. Continuamos así
hasta llegar al intervalo de
octava
, que es la distancia entre una nota y la siguiente nota
igual: de 1 al siguiente 1, de 2 al siguiente 2, etcétera.
Los intervalos pueden ser ascendentes o descendentes. Si partimos, por ejemplo, del
grado 5 y nos movemos un intervalo de tercera ascendente (a la derecha de la escala),
llegamos al grado 7; si nos movemos el mismo intervalo (de tercera) descendente (a la
izquierda) llegamos al grado 3.
Estos intervalos son sucesivos, vamos de un grado (o nota) al otro, y les llamamos
intervalos melódicos. Cuando accionamos esos intervalos al mismo tiempo, les
llamamos intervalos armónicos y podemos formar un acorde. Un acorde es la
producción simultánea de varios sonidos. Así, si sonamos al mismo tiempo los grados
1, 3 y 5 tenemos un acorde.
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