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Sesión 33. Trasplante
Propósito
Explicarán cómo se realiza el trasplante en el vivero.
La importancia del trasplante es disminuir el espacio vital entre las plantas jóvenes. Desarrollar el sistema
radicular, una vez que la raíz principal se ha formado después de la germinación, favorecer el acceso a
los elementos nutritivos; formar muchas ramificaciones radiculares, pues el crecimiento en altura está
disminuido, y posibilitar el transporte y acomodamiento en su lugar. El trasplante se efectúa rápidamente
después de la germinación en cuanto se desarrollan algunas hojas o agujas.
Es preferible realizarlo prematuramente, pues así se garantiza una buena recuperación y se elimina la
posibilidad de la detención pasajera del crecimiento (crisis del trasplante). También ayuda a colocar
verticalmente a la joven raíz en la tierra sin encorvarla y sin que se dañen las raicillas.
Las plántulas se trasplantan a camas o envases dos o tres semanas después de la germinación. Aunque
el tiempo puede variar hasta cinco semanas, dependiendo de la especie. Como regla general, esto se
debe realizar cuando la plántula se está desarrollando a expensas de los cotiledones u hojas
cotiledonarias y las raicillas laterales no se han desarrollado, pues una vez que aparecen las hojas
verdaderas y raíces laterales el trasplante puede resultar perjudicial para ellas.
El repique consiste en sacar las pequeñas plantitas del semillero y transplantarlas a las bolsas
preparadas con anticipación. Se recomienda hacer el transplante cuando las plantitas tienen de cuatro a
seis centímetros, o cuando tengan cinco hojitas verdaderas.
Para sacar las plantitas del semillero es necesario humedecer el suelo y con la ayuda de un cultivador o
un palito fino retiramos las plántulas cuidando de no romper las raíces, luego las colocamos en un
recipiente con agua o lodo para evitar que se sequen mientras hacemos el repique.
Posteriormente mojamos las fundas que contienen el sustrato y con la ayuda de un palo hacemos un
hoyo, no tan profundo, de manera que la raíz quepa en el hoyo.
Tomamos la plantita por las hojas, no del cuello, y la colocamos con la raíz recta, enterrándola con un
poquito de tierra hasta el cuello (el cuello de la planta se encuentra en donde termina la raíz y comienza
el tallo). Después, con los dedos presionamos suavemente, de manera que no queden espacios de aire
dentro de la funda.
Al inicio regamos a diario y luego según la necesidad de la planta. En el caso de la funda, esta debe estar
siempre húmeda. Las bolsas se organizan en camas de 1 metro de largo por 1.5 metros de ancho, sobre
un suelo bien plano y drenado. Se colocan en forma vertical y bien apretadas para evitar caídas y
espacios vacíos donde pueden crecer malezas.
Es recomendable colocar en la superficie una lámina de plástico, antes de colocar las bolsas, con la
finalidad de que las plántulas no se enraícen en el suelo y no se estropeen al momento de levantarlas
para el transplante al lugar definitivo.
Las plantas repicadas en las fundas, una vez colocadas en las camas, deben estar protegidas del sol, y si
las condiciones económicas lo permiten utilizar una estructura de hierro y techo de sarán, o también el
empleo de un techo rústico con horquetas en las esquinas y en el techo utilizar hojas de palma, cocotero,
carrizo o del material que se tenga a disposición. Se debe dar al techo una inclinación de 35° y en sentido
Norte - Sur.