por movimientos de conjunto, de
preponderancia
postural. Es en este campo en
el que se han realizado numerosas investigaciones, en el que se han hecho
propuestas de nuevos métodos de educación física, que procuran brindar a los
alumnos un entorno adaptado a las necesidades de cada edad y, especialmente,
dejando una completa libertad de movimiento.
El desarrollo motor se realiza así de una forma
espontánea, mediante la actividad autónoma, en
función de la maduración orgánica y nerviosa de cada
ser humano.
De esta forma, a lo largo del tiempo, las posturas que
realizamos por propia iniciativa están determinadas
por nuestro grado de desarrollo; cuando éste llega a
la maduración se encuentra un mejor dominio en la
coordinación y en el control de los segmentos
corporales.
Esta coordinación no puede producirse si el alumno adopta prematuramente tal o
cual postura mediante un apoyo directo, o recurriendo a varios instrumentos; en
este caso se producen fenómenos de rigidez y tensiones que son perjudiciales
para la armonía postural. La coordinación dará al alumno confianza y seguridad en
sí mismo, puesto que se dará cuenta del dominio que tiene de su cuerpo en
cualquier situación. Esto implica:
Un dominio de los
segmentos del
cuerpo, lo que
permite moverlo
de forma
sincronizada.
No tener miedo al ridículo o a
alguna caída debido a que
durante el proceso de
maduración los movimientos
serán necesariamente tensos,
rígidos o de poca amplitud.
Poseer la madurez neurológica,
que se adquiere con la edad, es el
motivo por el cual no se puede
exigir todo a cualquier edad, hay
objetivos diferentes para cada
una y es, además, necesario
determinar si el alumno tiene el
nivel de desarrollo que
corresponde a su edad
cronológica.
Tener una buena
integración del
esquema.
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