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Libro para el Maestro
SECUENCIA 3
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8.
Lean el fragmento de una nota periodística.
Laura y Roberto tienen el mismo deseo: tener de vuel-
ta en casa a sus hijos, que enfrentan un proceso legal
por robo.
Aunque no se conocen, ambos padres de familia
coinciden casi a diario en el Consejo de Menores de la
Delegación Benito Juárez, con la esperanza de que el
consejero (juez) resuelva a su favor.
El hijo de Roberto tiene 16 años de edad, estudiaba
el tercer grado de secundaria en una escuela nocturna
de Tlatelolco, y su sueño es ingresar al Instituto Poli-
técnico Nacional (
IPN
) para cursar una ingeniería y ser
DJ
.
Pero sus proyectos fueron interrumpidos el 20 de
septiembre, cuando él y cinco compañeros más no
tuvieron una clase y salieron a conversar frente al
plantel.
“No robaron nada, se recargaron en un espejo de
los retrovisores y se rompió accidentalmente, a la
hora de agacharse a recogerlo lo vieron los policías
que estaban en grupo y agarraron a los seis”, comentó
Roberto.
Cuando las autoridades le dijeron a Roberto que su
hijo estaba acusado de asociación delictuosa, jamás
creyó que fuera verdad, pues el menor siempre había
mostrado una conducta responsable.
Por su parte, Karina vive en Iztapalapa, es de fami-
lia pobre, tiene dos hermanitas y Laura, su mamá, es
pepenadora.
El 19 de septiembre la detuvieron cuando iba en un
taxi, luego de que supuestamente robó 5 bultos de
chiles de 30 kilogra-
mos, de un
tortón
de la Central de
abasto.
Ese fue el último
día que su mamá la
vio, pues al acudir a
la Coordinación Te-
rritorial 3, de Iztapalapa, las autoridades le negaron el
acceso a las galeras.
“No nos permitieron entrar a dejarle de comer, ni
de cenar, nada, no la pudimos ver, ni su mamá”, narro
con enojo Elisa, madrina de la menor.
La falta de estudios y recursos económicos de Lau-
ra, dijo Elisa, fueron la causa de que la mujer no
pudiera negociar los 15 mil pesos que le pidieron en el
MP
[Ministerio Público] para que Karina quedara en
Libertad.
“Sólo juntamos 4 mil”, lamentó Elisa.
Ahora Karina y el hijo de Roberto son parte de los
4 mil 200 menores que al año son remitidos a los Cen-
tros de Tratamiento (…).
Henia Prado. “Los acusan de robo. Ansían ver libres a sus hijos”,
en
Reforma
, sección Ciudad. 21 de octubre de 2007, p. 6.
Aseguran padres de dos adolescentes
que los detuvieron de manera injusta
Tortón:
Camión de redilas que
se emplea en nuestro país
para el transporte de frutas,
verduras y otros productos.
•
¿Por qué Karina no pudo salir en libertad?
•
¿Cómo se sentirían si estuvieran en el lugar de la mamá de Karina o en el del papá de
Roberto?
•
Intercambien opiniones sobre el trabajo realizado en los equipos.
•
Hagan una lectura del siguiente texto:
De acuerdo con nuestras leyes
, toda persona detenida tiene derecho a estar comunicada con su
familia. Si resulta culpable, el único derecho restringido es la libertad, no todos sus derechos, puesto
que conserva su dignidad humana.
En nuestro país, si una persona comete un delito no grave, puede salir de prisión pagando una
fianza; sin embargo, lo más común es que los pobres, al no tener dinero para pagarla, se quedan
encerrados. Esto ha sido criticado por diversos juristas mexicanos y defensores de los derechos
humanos, porque se da un trato distinto a quien tiene dinero y a quien no lo tiene.
2
Para el análisis de los casos de Roberto y
Karina, pídales a los alumnos que centren
sus reflexiones en el problema que
comparten ambos casos ahora que están
recluidos en el Centro de Tratamiento. Si son
o no culpables, ése es un asunto que no
podemos conocer con la información que
proporciona el texto.
En el apéndice de su libro se ha incluido una
nota periodística que trata con más detalle
el problema de la justicia para menores:
“Los jóvenes internos por delitos menores”.
Le recomendamos que lo consulte para
conocer con más amplitud esta situación
nacional.
2
Coordine la lectura del texto y, con base en
las ideas ahí expresadas, pídales a sus
alumnos que identifiquen en la nota
periodística aquellos hechos en los que las
autoridades hayan abusado de su poder, o
actuado en contra de los derechos de estos
jóvenes.
Si usted logra contactar a una persona
que ha tramitado una queja ante una
comisión pública de derechos
humanos, o tiene la oportunidad de
que algún funcionario de este
organismo pueda acompañarlos en la
siguiente clase, invítelo para que
explique el procedimiento que debe
seguirse.
La otra alternativa es solicitar la ayuda
de sus alumnos, quizás ellos conozcan
a algún vecino o sepan de un familiar
que haya acudido a denunciar a alguna
autoridad o servidor público ante
dichas comisiones.
La actividad 8 puede hacerla con el
interactivo, ya sea en aula de medios o en
despliegue en pantalla.
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