Tiempo de leer
Comprender para compartir
Lean en voz alta el poema.
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos, qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran,
¡ay! ¡ay! cómo están llorando!
El lagarto está llorando
Federico García Lorca
¿Sabías que los lagartos, muy parecidos a los cocodrilos,
siempre tienen lágrimas en sus ojos para mantenerlos
húmedos? De ahí proviene la expresión “lágrimas de
cocodrilo”.
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