Extraños, pero sabrosos
Quizás te parezca un poco raro, pero desde hace cientos
de años, en muchas regiones de México se preparan
delicias con insectos.
Por ejemplo, en Guerrero y Morelos se comen
jumiles
, que
son unas chinches que las familias salen a recoger al monte
y se comen con salsa de
molcajete
. En cualquier mercado
de Oaxaca puedes encontrar chapulines tostados con ajo y
sal; se comen con las quesadillas, encima de una
tlayuda
o
simplemente como botana.
Cuando es la temporada de lluvias,
en los estados de Hidalgo y Tlaxcala
se acostumbra comer un platillo muy
especial: los
chinicuiles
, que son unos
gusanos gorditos de color rojo del tamaño
de un dedo. Se preparan de diferentes maneras,
ya sea en tacos, en
mixiotes
o en quesadillas
y siempre acompañados de una buena salsa
de
xoconostle
.
Escarabajos, hormigas, termitas, huevos de
mosquito, avispas y hasta moscas se consumen
a todo lo largo del país.
Además de ser deliciosos, los insectos son
un alimento muy nutritivo, pues aportan
gran cantidad de proteínas, vitaminas y
minerales. La Organización de las Naciones
Unidas ( ²³) ha considerado que son una buena
opción para resolver la escasez de alimentos que hay
en el mundo, pues su costo es relativamente bajo
y se reproducen muy fácilmente.
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