Érase una vez una pulga que picó a un
mono en la barriga. Entonces el mono
se golpeó con la mano en la barriga
con tanto ímpetu que sonó un gran
estruendo. Pero la pulga ya le había
saltado al hombro. Entonces el mono
se mordió el hombro, y tanto se mordió
que después tenía la boca llena
de pelos. Pero la pulga ya le había
saltado a la espalda. El mono quiso
cogerla, dando vueltas alrededor de sí
mismo hasta que se mareó. Pero la pulga
había saltado un poco más hacia abajo,
gateando por el trasero del mono.
Éste se sentó rápidamente en el
suelo. Se echó a reír y pensó: “¡Ahora
la he cogido!” Pero entonces la pulga
picó al mono desde abajo. El mono
se levantó de un salto pegándose con
las manos en su propio trasero, cada
vez más rápido y más fuerte. Pero la
pulga ya le había saltado a la cabeza.
Sentada allí arriba, miraba cómo el
mono se pegaba a sí mismo.
Animales chistosos
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Tiempo de le er
La historia de la pulga y el mono
Ursula Wölfel
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