Practica esta lección: Ir al examen
89
Una tarde, les hablaron a su hermana Julieta
y a Juan de la enfermedad de la abuela. Era una
enfermedad sin cura posible, que la iría acaban-
do poco a poco.
El sábado siguiente, en la comida, la abuela
casi no habló.
Por aquellos días, Juan soñó con la abuela
María. Pero al despertar, los sueños parecían
borrarse con la luz del sol.
Poco a poco la abuela parece convertirse
en otra persona, distraída y ausente. Ya no
puede vivir sola. Necesita que alguien la cui-
de y le ayude a hacer casi todo, como si fuera
una niña.
Pasa horas en una silla, mirando la pared o, de pronto,
saca su ropa una y otra vez del ropero, hasta amanecer.
Algunas veces, por la tarde, mientras Juan hace su tarea,
aparecen los recuerdos de las últimas vacaciones en el mar,
con la abuela María.