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Bloque I.
Mi entidad y sus cambios
El litoral del Golfo de California también está formado por
acantilados y cerros bajos; playas de arena con puntas que,
en ocasiones, forman algunas
ensenadas
y amplias bahías,
como las de Concepción, Loreto y La Paz; e islas cercanas
a la costa, como las de San Marcos, del Carmen, San José,
Espíritu Santo y Cerralvo que protegen los puertos, forman
canales que favorecen la navegación y crean ambientes
marinos de gran riqueza.
En algunas playas de ambos litorales hay
esteros
y
humedales
que favorecen la presencia de fauna acuática
y terrestre.
Debido a que en la entidad llueve poco, las corrientes
superficiales que bajan de las montañas son intermitentes:
sólo llevan agua cuando la lluvia es intensa, en especial
durante un ciclón tropical. A estas corrientes se les llama
arroyos, y son diferentes a los ríos que hay en otras
regiones de nuestro país que siempre tienen agua.
Los arroyos que llevan sus aguas al océano Pacífico
son, por lo general, más largos que aquellos que las
vierten al Golfo de California; esto se debe a que la
sierra se encuentra más lejos del océano que del golfo.
Destacan en importancia los arroyos de San Ignacio,
Cadegomo (La Purísima), Comondú, Santo Domingo,
Soledad (Las Bramonas), Salado y La Candelaria. Estos
arroyos vierten sus aguas al océano Pacífico, y Mulegé,
San Bruno, El Cajoncito, Santiago y San José del Cabo,
al Golfo de California.
Estero.
Arroyo.
Ensenada:
parte del mar
que entra a la tierra.
Estero:
brazo que forman
los ríos que enlazan unos
cauces con otros.
Humedal:
es una zona de la
superficie terrestre temporal o
permanentemente inundada,
que crea un ambiente mixto:
acuático y terrestre.
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