Practica esta lección: Ir al examen
115
La Batalla de La Angostura de 1847.
En el combate, los soldados de infantería se batían con
armas blancas (cuchillos, dagas y bayonetas). Por fin, los
estadounidenses no pudieron resistir y se retiraron en forma
desordenada. Ya para las 12 del día del 23 de febrero, los
mexicanos habían arrollado a los estadounidenses en su parte
izquierda y el centro estaba completamente rodeado.
Las tropas mexicanas, agotadas hasta el extremo, parecían
clavadas en el terreno conquistado, habían visto ya la victoria
y con ella el premio a sus privaciones de varios días, pero no
contaban con que su jefe, el general Antonio López de Santa
Anna, darÍa órdenes para que, sin motivo, emprendieran
la retirada hacia Agua Nueva, lo que propició que los
estadounidenses salieran triunfantes. Faltaba sólo un último
esfuerzo para obtener la victoria, pero una decisiÓn equivocada
cambiÓ el rumbo de la historia de nuestro pa s.
Después de la Batalla de La Angostura, Saltillo sigui² ocupada
un tiempo más por las tropas estadounidenses, y sus habitantes
continuaron con sus tradiciones y costumbres. En esa Época
la religi³n oficial de MÉxico era la cat³lica, y en Saltillo era más
fuerte el sentimiento religioso que el patri³tico.
La entrada y estancia del ejÉrcito estadounidense en la ciudad
de Saltillo no provoc³ tanta incertidumbre como se pensaba.
Al instalarse las fuerzas, la ciudad entr³ en una especie de
relajamiento. La vida de los pobladores sigui³ su movimiento
habitual: las mujeres acud´an a la fuente de la plaza frente a la
catedral; las fábricas de hilados y tejidos, Únicas en el estado,
se llenaban diariamente con hombres y mujeres que acud´an a
laborar; el trabajo en el campo no se suspendi³, y en las haciendas
de los Sánchez Navarro segu´an trabajando sus casi treinta mil
peones. La vida de la ciudad retorn³ a su cotidianidad.
DespuÉs de la invasi³n y la pÉrdida de la mitad del territorio
nacional, Antonio L³pez de Santa Anna nuevamente lleg³ a la
presidencia de la RepÚblica, y durante muchos años cometi³
abusos y arbitrariedades en contra del pueblo.
• En la intervención
norteamericana de 1846, el
capitán George W. Hughes,
que se encontraba en Saltillo,
escribi³:
Más de la mitad de
todo el estado de Coahuila
(7 347 450 hectáreas) pertenece
a los hermanos Sánchez
Navarro, quienes tambiÉn
tienen aproximadamente
treinta mil peones. Varios de
sus vastos lotes son manejados
por administradores, mientras
que los restantes se rentan.
Su principal residencia está en
Saltillo, pero su lugar favorito
se encuentra en la magn´fica
hacienda de Patos (General
Cepeda). Esta poderosa familia
junto con sus parientes los
blancos y los barros (
sic
), y los
zuluoagos (
sic
), son dueños
de casi todo el estado y su
poblaci³n”.
¿Sabías que.
..?
Habitantes de Torre³n.