En noviembre de ese mismo año, el general Juan José Ríos fue nombrado
gobernador. Durante su mandato, en Colima se alcanzaron las metas
que perseguían los revolucionarios: hubo mejoras en las condiciones de
vida de campesinos y trabajadores mediante incrementos salariales y
respeto a sus derechos civiles y laborales, reparto de tierras a indígenas y
rancheros, así como igualdad y justicia para todos, además de educación
a los niños de manera laica y gratuita en escuelas públicas.
Se dieron tierras a los campesinos con las que formaron los ejidos de
Suchitlán, Cofradía de Suchitlán, Tepames, La Magdalena (hoy Pueblo
Juárez), Cuauhtémoc y Coquimatlán, expropiando terrenos que pertenecían
a las haciendas cercanas a esos lugares. Se estableció el salario mínimo para
empleados y trabajadores, y se les dio oportunidad de crear sindicatos y
organizaciones que defendieran sus derechos ante los patrones. Así, a los
salineros se les otorgó un peso diario de salario y se ordenó a los dueños
de las salinas darles carne en sus comidas dos veces a la semana. También
se abrieron varias escuelas rurales y urbanas, se aumentó el salario a los
maestros y se fundaron la Escuela de Artes y Oficios para preparar a los
trabajadores, así como la Escuela Normal Preparatoria.
El gobierno de Ríos también se dedicó a combatir, con éxito, el
bandolerismo que asolaba los caminos y campos de Colima. Los
bandidos asaltaban a pobres y a ricos, y saqueaban y quemaban pueblos;
los más temibles en esos años fueron Vicente
El Indio
Alonso y Luis
Gutiérrez, mejor conocido como
El Chivo Encantado
. Ambos fueron
ejecutados luego de cometer muchas fechorías y asaltos. Sus cabezas
se exhibieron en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Colima como
escarmiento y a fin de que comerciantes, campesinos, viajeros y la
población en general recuperaran la calma.
Juan José Ríos fue sustituido por Felipe Valle, gobernador que
promulgó la Constitución local de Colima, la cual tomó como modelo
la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
. Valle entregó
más tierras a distintos ejidos, con lo que benefició a un mayor número de
campesinos; también prohibió las peleas de gallos y las corridas de toros,
porque eran fuente de riñas, desorden público y alcoholismo.
Para la mayoría de los colimenses, la vida fue dura en esos años debido a la
inestabilidad política local y nacional que generó el proceso revolucionario.
Desintegración de familias, inseguridad pública, robo de ganado, saqueos
en pueblos y rancherías por gavillas de bandoleros, falta de alimentos y
carestía de la vida y fusilamientos se volvieron acontecimientos cotidianos.
TIC
Para revisar una
gran cantidad de
fotografías, videos,
líneas del tiempo,
mapas, biografías
de revolucionarios
y libros sobre
la Revolución
Mexicana, pueden
visitar <http://www.
bicentenario.gob.
mx/>.
Los dos principales bandoleros
que operaron en Colima fueron
Vicente
El Indio
Alonso (en la
imagen) y Luis Gutiérrez
El Chivo
Encantado
.
119