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Para alcanzar metas individuales y sociales, el trabajo es esencial.
El labriego y sus hijos
U
n labriego que estaba para morirse,
viendo que no tenía posesiones ni riqueza
que dejar a sus hijos, quiso que en lugar de
éstas tuvieran como consuelo la práctica y
perfecto conocimiento de la agricultura; los
llamó, por tanto, y les dijo:
“Hijos míos, ya veis cómo estoy; todo
lo que pude en vida lo he repartido entre
vosotros, pero todo ello tendréis que
buscarlo en nuestro viñedo.” Apenas les
hubo indicado esto el viejo, cuando murió.
Los hijos creyeron que había enterrado su
oro en la viña: tomaron de inmediato sus
azadones, empezaron a remover la tierra
de la viña; no vieron nada de oro, pero la
viña quedó bien trabajada y labrada.
Esta fábula nos enseña que el gran
trabajo y el mucho cuidado se convierten
en verdadera riqueza.
Fábulas de Esopo en idioma mexicano
La hormiga y la paloma
U
na hormiga sedienta bajaba a la fuente, iba
desfalleciendo y cayó al agua, y cuando una
ola ya se la llevaba y la quería ahogar,
una paloma que estaba por ahí sobre un
árbol cuando vio que la hormiga ya se
quería ahogar quebró una ramita y la tiró
al agua; al verla la hormiga, se puso en
cuclillas sobre ella y así salió del agua.
No mucho después apareció un
pajarero, que al ver la paloma sobre el
árbol, empezó a alistar sus cañas para
cazarla; cuando la hormiga vio que estaba
aquélla a punto de caer, mordió en un pie
al pajarero; éste se espantó y dejó ahí las
cañas; al ver la paloma cómo caían y se
rompían se espantó, levantó el vuelo y se
puso a salvo.
Esta fábula nos enseña cómo hemos de
ser agradecidos con quienes nos favorecen,
y devolverles el favor que recibimos de
ellos.
Fábulas de Esopo en idioma mexicano
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