BLOQUE V
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Religión y armas
Durante la tercera década del siglo
XX
, a las crisis políticas del
joven estado de Nayarit se sumó un conficto entre el gobierno
federal y la Iglesia católica en México que terminó en las armas.
A este conficto se le conoce como guerra cristera.
En protesta por la clausura de colegios y la reducción de
sacerdotes que propuso el gobierno de Calles, los obispos
cerraron los templos, y los creyentes enojados tomaron las
armas.
Las luchas cristeras se concentraron en Acaponeta, en la
zona de Compostela, Ahuacatlán e Ixtlán y en la sierra, donde
se sumaron coras y huicholes. A mediados de 1929 se
restableció la paz.
Cristeros en La Yesca
Salí para Huajimic el 4 de septiembre de 1928.
Me informaron de dos hombres y una señora
desconocida en esta región. Antes del amanecer
los localizamos. Fueron tomados prisioneros. Uno
entregó una pistola calibre 38 especial, y me dijo
que ambos habían andado con los cristeros de
Pedro Sandoval, pero que cansados de andar
sufriendo, optaron por desertarse de con esa
gente y venir a buscarme para que les ayudara a
conseguir un indulto y entregar las armas. Los llevé
hasta Huajimic y se los entregué al mayor Meza
López, diciéndole a este jefe que en mi concepto
sería mejor indultarlos que matarlos. De esta
manera, los demás tendrían conFanza en seguir
deponiendo las armas, quizá convencidos del error
en que habían incurrido; lo que aceptó de buena
voluntad el mencionado jefe.
F
UENTE
: Eliseo Flores Sánchez,
Memorias políticas de Manuel Flores Flores
, 2000
.
Manuel Flores Flores.