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La visión del mundo natural y social de los pueblos prehispánicos. Mitos y leyendas
BII
DE PASO POR LA HUASTECA DEL SIGLO
xix
La visión del mundo de los pueblos prehispánicos se
estudia a partir de las huellas que nos han dejado en
los edificios, esculturas, joyas y otros objetos.
También se toman en cuenta
los
mitos
, las
leyendas
y las
tradiciones orales de los
indígenas que siguen
habitando en estas regiones.
Cuando los relatos circulan
mucho a través del tiempo,
se van modificando y se
convierten en historias con
testimonios de diversos
momentos y de muchas
culturas. Por ejemplo, un
visitador de la huasteca
escuchó y escribió en 1873 un
relato que explicaba cómo se
empezó a sembrar maíz:
La gente del lugar dice
que sus antecesores no
conocían el maíz y que
vivían comiendo plátanos.
Cuentan que un día estaba
una mujer anciana moliendo
el plátano a la puerta de su
casa, cuando de repente se
le apareció un hermoso niño
completamente desnudo
con alas en la espalda, su
aljaba llena de flechas y su arco en la mano. Entonces
el niño le dijo a la vieja:
—¿Para qué estás moliendo el plátano?
—Para que comamos mi familia y yo —respondió
ella.
—Mira —señaló el niño y comenzó a tirar flechas al
cielo, que al caer quedaban clavadas en la tierra.
Cuando terminó de lanzar las que traía en su aljaba
dio a la vieja una mazorca de maíz para que la
desgranara. Después arrancó cada flecha del lugar
donde había caído y
en los agujeros que
quedaban echó unos
granos, que enseguida
germinaron.
—Cuídalos mucho
—dijo el niño a la anciana—
y tendrás un alimento
nuevo, mejor que el que
has tenido hasta ahora.
Desde entonces se
conoce el maíz, y el
indígena celebra ese
aniversario.*
El mismo visitador
escuchó hablar de una
fiesta ritual que se
celebraba para pedir
buenas cosechas. Él
afirma que los habitantes
de la Huasteca “visten
de mujer una mazorca,
la ponen en un altar, en
una gruta o en lo más
recóndito del bosque;
le hablan, le rezan, le
adoran como a un dios, le sahúman con copal y hacen
un gran banquete de tamales y zacahuiles”.
*El relato sobre la anciana y el niño es una adaptación del
texto de Antonio J. Cabrera,
La Huasteca potosina. Ligeros
apuntes sobre este país
,
escrito en 1873, publicado por
El Colegio de San Luis, en 2002.
Ofrenda.