Practicas el proceso de lectura y escritura
Revisa ahora algunos datos y hechos importantes que presenta Isabel Velázquez
(s/f) en su texto
Breve historia de la escritura: soportes, materiales, técnicas.
Los soportes inscritos
1. Arcilla, cerámica. En sentido estricto la escritura más antigua conocida es la
cuneiforme sumeria del 3200 a.C. aproximadamente, conservada en tablillas
de arcilla. No obstante, algunos autores consideran que, aunque la escritura
entendida como “un sistema de comunicación humana por medio de marcas
visibles convencionales” remonta a estas tablillas, no pueden, sin embargo,
dejar de considerarse precedentes de la misma.
2.
Madera, tablillas de cera, corteza de árboles, huesos. La madera fue otro de los
materiales usados con profusión desde tiempos remotos. Ya utilizada, al parecer,
en época sumeria, tuvo un empleo considerable en Egipto, junto al papiro. Tenía
la ventaja de ser más abundante, barata y fácil de preparar. Podía usarse para
grabar mensajes sin estar protegida o preparada, como hoy puede hacerse,
pero su uso no deja de ser pasajero en esos casos.
En Grecia y Roma las tablillas enceradas fueron el principal soporte de escritura,
tanto para uso público como privado. Se conservan algunas de ellas que contienen
textos literarios de algunos fabulistas, y son múltiples las referencias que pueden
encontrarse, tanto en autores griegos, como latinos. Al igual que la madera,
los huesos de ballena, tortuga y otros animales diversos también aparecen en
diferentes civilizaciones como soportes de escritura, aunque mayoritariamente
se pinta en ellos, también los hay incisos, con muescas y signos en épocas
prehistóricas en Europa, en las runas, o en civilizaciones como la maya y la
azteca, en América.
3. Piedra y metales. La piedra es el material más consistente, no necesita
preparación y es casi indestructible, salvo por la acción del propio hombre o
de desastres naturales. Es el soporte por excelencia de la epigrafía griega y,
especialmente, de la romana. En piedra se grababan las inscripciones triunfales,
votivas, sepulcrales, decretos, etc. Dentro de los diferentes soportes, el más
apreciado y noble era el mármol, bien pulimentado, de múltiples variedades
locales. En Roma, aunque escaso hasta
¿
nales de la época republicana, su
uso se incrementó en época imperial. Además del mármol, el granito, basalto y
cualquier tipo piedra en general. Entre los metales, el bronce es, sin duda, el más
importante; resultaba muy costoso y difícil de grabar, pero era muy apreciado
para escribir documentos jurídicos como decretos, leyes, diplomas militares,
leyes de patrocinio y hospitalidad, etc.; además tenía la ventaja sobre el mármol
de su mayor movilidad.
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