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B
loque
I
Comprendes la expansión del imperialismo y
sus consecuencias a principios del siglo XX
Conforme el siglo XIX corrió, Inglaterra comenzó a perder su hegemonía al compartir
su poderío con otras naciones, como Francia. Aunque ésta tenía presencia en el
Caribe, se proyectó principalmente en Asia y África.
A lo largo de ese siglo, Rusia, gobernada por los zares, también expandió sus
dominios; no sólo llegó a zonas de Finlandia y Polonia, sino que también exploró
territorios como las islas Aleutianas y Alaska; obtuvo la región de Besarabia y las
ciudades portuarias de Odessa y Sebastopol, en Crimea.
El dominio ruso se amplió hacia el sur tras ocupar Turquestán, Samarkanda, Bujara
y Merv. Por si su dominio territorial no bastara, los rusos hicieron todo lo posible
porque el ferrocarril transiberiano pudiera pasar por Manchuria para extender su
dominio comercial sobre el continente asiático.
Figura 1.5 Mientras la mayoría de la población rusa subsistía con muy poco,
la familia del zar Alejandro II vivía lujosamente.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la necesidad de competir por territorios y
formar imperios dio paso a la conformación de nuevas naciones europeas, en
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La primera logró su proceso bajo el liderazgo de Giuseppe Garibaldi y el rey Víctor
Manuel II, entre 1860 y 1871; la segunda, durante el mismo periodo, con Prusia, el
káiser
Guillermo II y su primer ministro Bismark, a la cabeza.
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