–No se trata de merecerlo o no. Es así, simplemente. Tú misma no has tratado de
negarlo. ¿Por qué?
–Creo tener una razón.
–¿La que tenían todos en la ofcina?
La mujer asintió.
–No quise decirte nada. Fue anoche. Y hoy las vecinas hablaban de eso entre ellas.
Todas soñaron lo mismo. Pensé que era sólo una coincidencia -- la mujer levantó de
la mesa el diario de la tarde–. Los periódicos no dicen nada.
–Todo el mundo lo sabe. No es necesario – el hombre se reclinó en su silla mirándola
– ¿Tienes miedo?
– No. Siempre pensé que tendría mucho miedo, pero no.
–¿Dónde está ese instinto de
autoconservación
del que tanto se habla?
–No lo sé. Nadie se excita demasiado cuando todo es lógico. Y esto es lógico. De
acuerdo con nuestras vidas, no podía pasar otra cosa.
–No hemos sido tan malos, ¿no es cierto?
–No, pero tampoco demasiado buenos. Me parece que es eso. No hemos sido casi
nada, excepto nosotros mismos, mientras que casi todos los demás han sido muchas
cosas, muchas cosas
abominables.
En el vestíbulo las niñas se reían.
–Siempre pensé que cuando esto ocurriera la gente se pondría a gritar en las calles.
–Pues no. La gente no grita ante la realidad de las cosas.
–¿Sabes?, te perderé a ti y a las chicas. Nunca me gustó la ciudad ni mi trabajo ni
nada, excepto ustedes tres. No me faltará nada más. Salvo, quizás, los cambios de
tiempo, y un vaso de agua helada cuando hace calor, y el sueño. ¿Cómo podemos
estar aquí, sentados, hablando de este modo?
–No se puede hacer otra cosa.
–Claro, eso es; pues si no estaríamos haciéndolo. Me imagino que hoy, por primera
vez en la historia del mundo, todos saben qué van a hacer de noche.
–Me pregunto, sin embargo, qué harán los otros, esta tarde, y durante las próximas
horas.
–Ir al teatro, escuchar la radio, mirar la televisión, jugar a las cartas, acostar a los
niños, acostarse. Como siempre.
–En cierto modo, podemos estar orgullosos de eso.
.. como siempre.
El hombre permaneció inmóvil durante un rato y al fn se sirvió otro caFé.
–¿Por qué crees que será esta noche?
–Porque sí.
–¿Por qué no alguna otra noche del siglo pasado, o de hace cinco siglos o diez?
–Quizá porque nunca fue 19 de octubre de 2069, y ahora sí. Quizá porque esa fecha
signifca más que ninguna otra. Quizá porque este año las cosas son como son, en
todo el mundo, y por eso es el fn.
–Hay
bombarderos
que esta noche estarán cumpliendo su vuelo de ida y vuelta a
través del océano y que nunca llegarán a tierra.
–Eso también lo explica, en parte.
–Bueno –dijo el hombre incorporándose–, ¿qué hacemos ahora? ¿Lavamos los
platos?
Lavaron los platos, y los apilaron con un cuidado especial. A las ocho y media
acostaron a las niñas y les dieron el beso de buenas noches y apagaron las luces del
cuarto y entornaron la puerta.
–No sé.
.. –dijo el marido al salir del dormitorio, mirando hacia atrás, con la pipa entre
240
B
loque
V
Comprendes y analizas las características del
cuento