Practica esta lección: Ir al examen
67
—Mi comadre te conoce como estás
ahora vestido, pero si cambias de traje
no te conocerá.
Dicho y hecho, que se va por sus camisas y calzones de
manta, una calzonera y una blusa; que se rapa cabello, barba,
bigote y hasta cejas; y en disfraz de mozo que se pone en el
corredor a regar macetas.
Y en eso que sube la Muerte y pasa junto a él, sin saludarlo,
yéndose hasta la sala donde estaban su mujer y sus hijos. A
ella sí la saluda y le pregunta por el ahijado. También le pre-
gunta por el compadre:
—Comadrita —responde su mujer— mi esposo no está en
la ciudad, fue a asistir a un enfermo fuera de aquí.
Al oír esto se despidió de su comadre prometiendo volver
a visitarla. Ella, cortés, salió a acompañarla a la puerta del co-
rredor, donde su marido estaba atareado regando macetas. Y
que pasa junto a él la Muerte, y que se voltea y dice:
—Comadrita, le dice usted a mi com-
padre que mientras él viene, me llevo a
este pelón.
Y que lo agarra del pescuezo y con él desaparece.
Aquí se ve cómo tiene razón el versito que dice:
Ni con la muerte tampoco
procures acompadrar,
pues cuando menos esperes
¡te ha de venir a llevar!
La muerte como personaje puede resultar muy divertida
aunque, al parecer, nunca se le puede engañar; confírmalo
leyendo
Francisca y la muerte y otros cuentos
. Encuéntralo en
tu Biblioteca Escolar.