SECUENCIA 2
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Manos a la obra
Para leer
Los cuentos clásicos de “Blanca Nieves y los siete enanos”, “Cenicienta” y “Caperucita
Roja”, también llamados
maravillosos
o
de hadas
, son narraciones de origen popular que
dan cuenta de hechos fantásticos con la presencia de personajes y elementos sobrena-
turales, que en el contexto del relato son aceptados con naturalidad: hadas, brujas,
magos, dragones, ogros, etc. Ahora leerás las versiones que escribió Roald Dahl, en su
libro
Cuentos en verso para niños perversos
. Este autor se caracteriza por su habilidad
para crear
parodias
, es decir, versiones burlescas.
1.
De acuerdo con el título del libro
Cuentos en verso para niños perversos
, ¿de qué
crees que tratan los cuentos que vas a leer?
2.
Organicen equipos. Cada uno leerá un cuento distinto.
a) Realicen la lectura del cuento en voz alta y, cada vez que lo crean pertinente,
vuelvan a leer algún fragmento o incluso el cuento completo, hasta que logren la
entonación que les parezca más apropiada.
b) Consulten los cuadros de sinónimos cuando hallen alguna palabra desconocida.
Encontrarán expresiones que son comunes en España, pero no en México.
SESIÓN 2
Cenicienta
R
OALD
D
AHL
“¡Si ya nos la sabemos de memoria!”,
diréis. Y, sin embargo, de esta historia
tenéis una versión falsificada,
rosada, tonta, cursi, azucarada,
que alguien con la
mollera
un poco rancia
consideró mejor para la infancia…
El lío se organiza en el momento
en que las Hermanastras de este cuento
se marchan a Palacio y la pequeña
se queda en la bodega a partir leña.
Allí, entre los ratones llora y grita,
golpea la pared, se desgañita:
“¡Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas!
¡¡Os arrancaré el moño por
granujas
!!”.
Y así hasta que por fin asoma el Hada
por el encierro en el que está su ahijada.
“¿Qué puedo hacer por ti, Ceny querida?
¿Por qué gritas así? ¿Tan mala vida
te dan esas lechuzas?”. “¡Frita estoy
porque ellas van al baile y yo no voy!”.
La chica patalea furibunda:
“¡Pues yo también iré a esa fiesta inmunda!
¡Quiero un traje de noche, un paje, un coche,
zapatos de charol, sortija, broche,
pendientes de coral, pantys de seda
y aromas de París para que pueda
enamorar al Príncipe en seguida
con mi belleza fina y distinguida!”.
Y dicho y hecho, al punto Cenicienta,
En menos tiempo del que aquí se cuenta,
se personó en Palacio, en plena disco,
dejando a sus rivales
hechas cisco
.
Con Ceny bailó el Príncipe rocks miles
tomándola en sus brazos varoniles
y ella se le abrazó con tal vigor
que allí perdió su Alteza su valor,
y mientras la miró no fue posible
que le dijera cosa
inteligible
.
Al dar las doce Ceny pensó: “Nena,
como no corras la hemos hecho buena”,
y el Príncipe gritó: “¡No me abandones!”,
mollera:
cabeza
granujas:
pillos,
sinvergüenzas
hechas cisco:
derrotadas
inteligible:
comprensible
pelmazo:
fastidioso, latoso
Cuento