Movimientos de los brazos
. El uso del paliacate es común en hombres y mujeres, lo
sujetan de la punta con la mano derecha y el brazo extendido en diagonal adelante en
nivel medio y lo mueven a los lados, coordinándolo con un ligero movimiento de
vaivén de todo el cuerpo que genera que también los zapateados se ejecuten hacia
los lados. Las mujeres realizan el movimiento del paliacate, acompañado de un ligero
faldeo en oposición a los movimientos de los pies, pero el vaivén es en sucesión.
Tiene un flujo conducido y los movimientos son ligados.
Coordinación con la pareja.
Hay una relación constante en los movimientos de la
pareja. Los diseños coreográficos se realizan por parejas dando medios giros hacia el
centro de la pareja o giros completos en el espacio; los cambios de dirección o giro
son guiados por el hombre con un movimiento del paliacate que indica hacia donde se
dirigirá la pareja; estos cambios coinciden, generalmente con las frases musicales, sin
embargo, pueden ejecutarse en otros momentos. Como la mayoría de los sones,
éstos son imitativos, particularmente de animales. Sobresalen las interpretaciones de
la iguana, en las que el hombre se tira de la tarima, para realizar los movimientos
característicos de este animal, con los que pretende asustar o llamar la atención de la
mujer. También destaca la interpretación del zopilote en el que abajo de la tarima y
con el paliacate de la mujer en la boca imita, en cuclillas y dando pequeños saltos, el
aleteo de éste, por lo que requiere un gran agilidad. Un ejemplo en el que se combina
una introducción o entrada conocida como el arrancazacate seguida del son
propiamente dicho, es el Toro rabón.
Este son también guarda las características
imitativas de las que se ha hablado anteriormente, por lo que los movimientos de los
descansos y durante la copla imitan a dicho animal.
3. Sones oaxaqueños
Los sones oaxaqueños son variados. En muchos de ellos las diferencias son
considerables, ya que es uno de los estados en los que la presencia indígena y negra
es poderosa y la interpretación adquiere las características de los pobladores de cada
región del estado. Así, es posible advertir un notable contraste entre los sones de la
Sierra (sones de Betaza y sones Yalaltecos) con los sones de Pochutla y Pinotepa,
que muestran las características de
extroversión
y
bullanguería
propias de los
habitantes de las costas, además de que en esta región la influencia negra es
poderosa. Qué decir de los sones istmeños (que se analizarán más adelante), cuya
majestuosidad también contrasta con los sensuales movimientos de la costa.
Los sones de Betaza y yalaltecos se presentan, por lo general, en compases de 2/4 y
no hay coplas. El motivo en las pisadas son los apoyos de metatarso con cambio, un
pequeño impulso del mismo pie que ejecutó el apoyo, al mismo tiempo que se realiza
el impulso se ejecuta un movimiento volado que traza una trayectoria recta hacia
adelante. Este motivo es coordinado con un braceo en oposición un poco más
exagerado que el natural y las mujeres lo realizan tomando la falda. Estos
movimientos se realizan en direcciones hacia adelante y en su lugar.
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