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263
Libro para el maestro
II
ESPAÑOL
217
El texto dice.
..
2.
Describan la actitud de los siguientes personajes frente al dinero.
El artesano canastero
Mr. Winthrop
El confitero
3.
¿Cómo se imagina Mr. Winthrop que el artesano podría fabricar las doce mil canas-
tas? ¿Qué posibilidades o situaciones quedan fuera de sus cálculos?
4.
¿Creen que Mr. Winthrop ofrecerá al campesino un precio justo por su trabajo? ¿Por
qué?
Cuento (continuación de “Canastitas en serie”)
Con la cabeza llena de humo llegó por la tarde al
pueblecito de Oaxaca. Encontró a su amigo indio sen-
tado en el pórtico de su jacalito, en la misma postura
en que lo dejara. Tal parecía que no se había movido
de su lugar desde que Mr. Winthrop abandonara el
pueblo para volver a Nueva York.
—¿Cómo está usted, amigo? —saludó el america-
no con una amplia sonrisa en los labios.
El indio se levantó, se quitó el sombrero e inclinán-
dose cortésmente, dijo con voz suave:
—Bienvenido, patroncito, muy buenas tardes, ya
sabe que puede disponer de mí y de ésta su casa.
Volvió a inclinarse y se sentó, excusándose por ha-
cerlo:
—Perdóneme, patroncito, pero tengo que aprove-
char la luz del día y muy pronto caerá la noche.
—Yo ofrecer usted un grande negocio, amigo.
—Buena noticia, señor.
Mr. Winthrop dijo para sí:
—Ahora saltará de gusto cuando se entere de lo
que se trata. Este pobre mendigo vestido de harapos
jamás ha visto, ni siquiera ha oído, hablar de tanto di-
nero como el que le voy a ofrecer. —Y hablando en voz
alta dijo—: ¿Usted poder hacer mil de esas canastas?
—¿Por qué no, patroncito? Si puedo hacer veinte,
también podré hacer mil.
—Tiene razón, amigo. Y cinco mil, ¿poder hacer?
—Por supuesto. Si hago mil, podré hacer cinco
mil.
—¡Magnífico! ¡Wonderful! Si yo pedir usted hacer
doce mil, ¿cuál ser último precio? Usted poder hacer
doce mil, ¿verdad?
—Desde luego, señor. Podré hacer tantas como us-
ted quiera. Porque, verá usted, yo soy experto en este
trabajo, nadie en todo el estado puede hacerlas como
yo.
—Eso es exactamente que yo pensar. Por eso venir
proponerle gran negocio.
—Gracias por el honor, patroncito.
—¿Cuánto tiempo usted tardar?
El indio, sin interrumpir su trabajo, inclinó la ca-
beza para un lado, primero; después, para el otro, tal
como si calculara los días o semanas que tendría que
emplear para hacer las cestas. Después de algunos mi-
nutos dijo lentamente:
—Necesitaré bastante tiempo para hacer tantas ca-
nastas, patroncito. Verá usted, el petate y las otras fi-
bras necesitan estar bien secas antes de usarse. En tan-
to se secan hay que darles un tratamiento especial para
evitar que pierdan su suavidad, su flexibilidad y brillo.
Aun cuando estén secas, deben guardar sus cualidades
naturales, pues de otro modo parecerían muertas y
quebradizas. Mientras se secan, yo busco las plantas,
raíces, cortezas e insectos de los cuales saco los tintes.
Y para ello se necesita mucho tiempo también, créame
usted. Además, para recogerlas hay que esperar a que
la luna se encuentre en posición buena, pues en caso
contrario no darán el color deseado. También las co-
chinillas y demás insectos deben reunirse en tiempo
oportuno para evitar que en vez de tinte produzcan
polvo. Pero, desde luego, jefecito, que yo puedo hacer
tantas de estas canastas como usted quiera. Puedo ha-
cer hasta tres docenas si usted lo desea, nada más déme
usted el tiempo necesario.
–¿Tres docenas?.
.. ¿Tres docenas? —exclamó Mr.
Winthrop gritando y levantando desesperado sus bra-
zos al cielo—. ¿Tres docenas? —repitió, como si para
comprender tuviera que decirlo varias veces, pues por
El texto dice.
..
2. Acepte respuestas similares a:
Sólo requiere el dinero justo para
satisfacer sus primeras necesidades.
El dinero es lo más importante y
cree que todas las personas harán
cualquier cosa para obtenerlo.
Reconoce que las canastitas son una
obra de arte, pero él ve la ganancia
que podrían dejar como negocio.
3.
Piensa que va a organizar un trabajo
de producción en serie. No sabe que el
dinero no es lo más importante para el
canastero.
4.
No, porque no piensa en el trabajo
del campesino sino en las ganancias
que él puede obtener.
En las actividades de conversación
acerca de algún tema, propicie que los
alumnos ejerciten las actitudes del
respeto a los turnos, de la importancia
de escuchar a los demás y de no
interrumpir cuando otra persona esté
hablando.
(10 min.)
Continúe con la lectura del cuento
“Canastitas en serie”.
(15 min.)