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Libro para el maestro
15
II
ESPAÑOL
—Sí, la verdad es que es
muy difícil. Las sociedades la-
tinoamericanas son, como di-
cen, machistas. Que a la mujer
no la dejan jugar porque es un
deporte para hombres. Pero
yo creo que vestir una playera
de niño o que la han visto
nada más en hombres, eso no
quiere decir que te vuelvas
hombre. […]
—Usted llegó a un punto en
el cual puso en jaque el futbol
mundial. Ya era el segundo
caso, pero usted le dijo a la
FIFA: bueno, yo quiero jugar
con el Celaya. ¿Esto fue una
forma de llamar la atención o
usted sí creyó que podía haber
una posibilidad?
—Bueno, cuando a mí me
invitaron y mi representante
habla conmigo y me dice que
si quería jugar de verdad, le
dije “sí”, aparte porque aquí en México todavía no hay
ligas. Entonces el estar entrenando es muy difícil y más
si estás sola.
Lo que yo quería era agarrar nivel, seguir trabajan-
do en mi futbol, para que cuando tuviese la oportuni-
dad de ir a un equipo femenino iba a estar más fuerte
que nunca.
Nunca lo hice por
mercadotecnia
ni por ser más
famosa. Yo siempre pensé que jugando de primera, ju-
gando sencillo, yo creo que sí podía hacer las cosas.
—¿Y los hombres la tratan igual o cree que la “respe-
tan” un poco porque es mujer?
—Yo creo que depende de cada uno cómo piense.
Hay algunos que decían que ni con el pétalo de una
rosa me tocarían y que si iba hacia la portería a lo me-
jor todos se echan a un lado y entraba sola.
Yo creo que ese tipo de cosas a lo mejor sí te moles-
tan, sí te ponen un poco triste. Simplemente lo que yo
quería era aprender más de ellos.
—Yo estaba en un viaje con la BBC en Zurich cuan-
do la FIFA dio
el parte
de que usted no podía jugar. Yo le
pregunté personalmente a Sepp Blatter que por qué y me
dijo: “es que las mujeres son las
mujeres y los hombres son los
hombres”. ¿Usted se siente dis-
criminada por este tipo de reso-
luciones de la FIFA, sobre todo
en países donde no hay liga fe-
menina y hay muchas mujeres
que quieren jugar?
—Sí, la verdad es que aquí
en México hay muchísimas mu-
jeres que quieren sobresalir, que
quieren jugar. Más que nada
que tengan esa oportunidad, de
tener todos los días su entrenamiento, de poder tener su
equipo de futbol.
Si nos pudiese ayudar, la FIFA debería de hacerlo.
Yo creo que no nos quita nada. Al contrario: el futbol
femenino está creciendo bastante y puede dar las mis-
mas satisfacciones que un hombre, ¿no?
—¿Pero por qué a los hombres no les gusta el futbol
femenino?
—No sé. A lo mejor es por machismo. Yo no sé. A
lo mejor no son palabras que deba poner en mi boca,
pero a lo mejor tienen un poco de temor de que igual
la mujer les robe esa atención del público.
Yo jugué un año como profesional en Estados Uni-
dos y tú ibas a un estadio de los hombres y estaba total-
mente vacío. Ibas a un estadio de un juego de mujeres y
estaba llenísimo. Ahí te das cuenta de que la mujer hoy
en día puede jalar mucha gente para llenar los estadios.
—Pero hay otras mujeres que no les gusta el futbol de
mujeres.
..
—Sí. Es como todo. Es respetable, es como los
hombres: hay hombres a quienes tampoco les gusta el
futbol. […]
Luis Fernando Restrepo. “Estoy casada con el balón”, en BBCMundo.com, 9 de septiembre de 2005. (fragmento)
Página:
(recuperado el 28 de octubre de 2005)
deporte de contacto:
actividad donde entra el
contacto físico.
mercadotecnia:
publicidad.
el parte:
la noticia.