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Libro para el Maestro
La democracia es un producto cultural
,
histórico, que no tiene una definición única y verdadera.
Expongo tres sentidos de la democracia política que al
parecer han articulado algunas propuestas de educación para
la democracia.
A) LA DEMOCRACIA COMO ESTRUCTURACIÓN
JURÍDICO-POLÍTICA DE LA SOCIEDAD
Aunque existen diversas concepciones de democracia, éstas
coinciden en 1) considerar la existencia de un conjunto de
leyes, procedimientos e instituciones que limitan el poder del
gobierno en beneficio de los ciudadanos, 2) reconocer la
igualdad política de las personas, así como sus derechos
fundamentales y 3) asegurar la más amplia participación
social en la toma de decisiones.
A partir de estos puntos de coincidencia, tienen lugar
básicamente dos formas de ejercerla: la democracia directa,
definida como la “participación de todos los ciudadanos en
todas las decisiones que les atañen” o la democracia indirecta
o representativa, que privilegia el voto y los partidos políticos
como mecanismos de participación, ya que las decisiones no
son tomadas directamente por la colectividad, sino por
personas elegidas para ese fin […].
Un Estado democrático –en el que existen leyes, instituciones y
procedimientos formalmente democráticos– no es sinónimo de
sociedad democrática, es decir, aquella en la que se hacen
vigentes todos los derechos, hay justicia social, equidad; y, tanto
la organización del poder como las diferentes instituciones de la
sociedad son democráticas.
B) LA DEMOCRACIA COMO FORMA DE
PARTICIPACIÓN
[…] En la democracia, la toma de decisiones se sustenta en
el principio de las mayorías, las cuales legal y legítimamente
representan el sentir de los más, en general, expresado a
través del voto. Este principio es ampliamente aceptado, pero
también ha sido discutido porque no todas las decisiones de
las mayorías son justas, hay minorías que nunca llegan a
tener una posición hegemónica, minorías históricamente
discriminadas,
mayorías
minorizadas
y
pueden
existir
prácticas autoritarias y oligárquicas basadas en decisiones
mayoritarias. Confundir la democracia con el principio de
mayoría es un error común; existen otros procedimientos de
toma de decisiones como la construcción de consensos o la
negociación, ya que la participación ciudadana no se reduce
a la esfera de las mayorías.
[…]La soberanía popular es condición de la participación
democrática: el pueblo soberano faculta a un grupo de
personas para que centralicen ciertas decisiones y ejerzan su
autoridad en ciertos casos, pero también limita el poder de
los gobernantes ya que, formalmente, su actuación es
regulada y controlada por quienes los han elegido.
C) LA DEMOCRACIA COMO FORMA DE VIDA
Los procedimientos e instituciones democráticas adquieren
sentido cuando los sustenta una sociedad moralmente
democrática, es decir, una base social que actúa, piensa y se
relaciona de manera democrática tanto en lo privado como
en lo público y observa un conjunto de disposiciones éticas
que los conminan a defender la democracia como el sistema
en el cual quieren vivir.
.. pero, ¿cuál es la moral que debemos
tener los ciudadanos para que funcione una sociedad
democrática?
Aunque no hay un consenso universal sobre lo que debería
ser esta moral, los derechos humanos.
.. y los procedimientos
democráticos son importantes puntos de partida, de tal
suerte que vivir en democracia se sustenta en principios
históricamente definidos como la búsqueda de igualdad,
justicia, fraternidad, paz y libertad para todos; así como en
disposiciones éticas para la tolerancia, la pluralidad, la
autolimitación, la cooperación, el respeto, el diálogo y la
responsabilidad.
La democracia como forma de vida supondría la existencia de
cada vez más prácticas concretas de ejercicio de derechos y
deberes en la esfera del gobierno, en las instituciones de la
sociedad y en la vida cotidiana de los ciudadanos, los cuales
pueden entrar en tensión unos con otros o bien observar
diferentes formas de expresión.
Un atisbo a la democracia
“Un atisbo a la democracia”, página 162, es: Silvia Conde. “Un atisbo a la
democracia” (versión sintética), en: Formación Cívica y Ética. Antología.
México: Movimiento Ciudadano por la Democracia, MCD, 2000, p. 81.