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A menudo las personas parecen muy seguras, pero nadie es tan seguro como aparenta. Internamente
se preocupan de las mismas cosas que les pueden preocupar a ustedes: ¿Soy suficientemente listo?
¿Estaré lo suficientemente delgado? ¿Será demasiado grande mi nariz?
No deben temer a la gente. ¡La mitad de las veces ellos tienen temor de nosotros!
Andrew Matthews (2001)
Sé un adolescente feliz,
pp. 50-51.
Sesión 3. La importancia de que alguien nos represente
Propósito:
Identificarán el compromiso que adquieren al elegir a su representante de grupo y establecer las normas de
convivencia en el salón de clases.
1.3. La responsabilidad compartida
Sugerencia didáctica
En grupo, den lectura al siguiente texto. Después comenten las preguntas que se presentan al final.
Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.
Para reflexionar
Nuestro jefe de grupo
En la sociedad, al conformarse un grupo de cualquier índole, resulta necesario contar con un
representante, que será la persona con
facultades,
para hacer saber al resto de la sociedad las
necesidades, inquietudes y
posturas
de ese conjunto de personas.
La escuela no está
exenta
de esta forma de organización, pues en ella existen diferentes figuras de
representación; por ejemplo, el director, quien es la autoridad dentro del plantel, y también el
encargado de expresar los requerimientos de la comunidad escolar en nuestra localidad, municipio,
estado e incluso en todo el país. A otro nivel, en nuestro salón de clases también contamos con un
representante: el jefe o jefa de grupo, pero ¿cómo elegir a la persona correcta? No siempre lo sabemos.
Lo mismo se preguntaron Ricardo y Cecilia, cuando sólo tenían una semana de haber entrado a
primero de secundaria y la [maestra] le pidió a todo el grupo que eligieran a su jefe de grupo; ellos
pensaron que no conocían todavía bien a nadie como para que fuera su representante, que sólo
habían conversado con 3 o 4 de los nuevos compañeros, pues algunos les caían bien, otros no tanto
y muchos más no sabían porque no habían tenido oportunidad siquiera de platicar con ellos, la única
idea clara en su cabeza era una gran duda, porque no sabían si los que ahora parecían ser sus
futuros amigos, de verdad lo serían dentro de 5 meses. Sin embargo, las dudas no interesaron, lo
único importante fue saber que el que resultara elegido, sería el encargado de acudir a la dirección
cuando hubiera un asunto que comunicarle al grupo, que su responsabilidad sería encargarse del
orden en el salón e incluso podía asignarle trabajo al resto de la clase en los casos en que no hubiera
maestro.
Así Ricardo y Cecilia junto con el resto de su grupo eligieron a Leticia como su jefa de grupo, y la
nombraron a ella porque parecía buena onda y muy estudiosa, y ella escogió a Gaby como la subjefa
porque era la que sentaba en el pupitre de atrás, y hasta ese momento era con la única que había
hecho amistad.