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Para reflexionar
Cómo ser adolescente y ser feliz en el intento, es un desafío para cualquier ser humano, pero
definitivamente vale la pena. La felicidad, como irás descubriendo, no depende de riquezas, fama,
moda, belleza o poder, sino de recursos internos, visiones de uno mismo y del mundo, lo que está al
alcance de todos. La felicidad es una especie de equilibrio entre lo que uno quiere y lo que uno logra,
un balance siempre frágil, un proceso continuo en el que tú eres el centro. No hay recetas para la
felicidad, pero si buscar en todos tus actos la manera de acercarte a ella.
Ahora, en tu adolescencia descubres que tu felicidad no es sólo asunto de tus padres y de las
personas que te rodean, sino que tienes una buena parte de la responsabilidad de procurar tu
bienestar, y que en tus manos está tener una actitud alegre y optimista. Sabes, también, que en el
conocimiento tienes una manera de fortalecerte y que tus estudios te van ayudando a ser cada vez
más autónomo.
Pero sigues siendo vulnerable. Además, te inquietan muchas dudas como: ¿estoy haciendo lo
correcto para ser popular y tener amigos?, ¿cuándo tendré un cuerpo con el que me sienta bien?,
¿por qué son tan insoportables mis hermanos?, ¿por qué no me entienden mis papás?, ¿qué hago
para no aburrirme?, ¿cómo logro que me vaya bien en la escuela?
Cuando tienes dudas o inquietudes sobre aspectos de tu vida, ¿a quién recurres? Seguramente a tus
padres, tíos, tías, amigos, maestros y a algunos libros. Cada uno tiene algo importante que aportarte:
una perspectiva, cierto tipo de información, sugerencias, referencia a otras fuentes a las cuáles
puedes acercarte para ampliar tus conocimientos.
María del Carmen Campillo
et al.
(2005),
Cómo ser adolescente y ser feliz en el intento
, p. 5.