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Sugerencia didáctica
Cada equipo presentará la respuesta que dio a sólo una de las preguntas y con el apoyo de los
demás equipos la irán complementando.
Al terminar de presentar la respuesta a las cuatro preguntas, los invitamos a dar lectura al siguiente
texto, el concepto de las emociones.
Para reflexionar
…
Las emociones
La palabra emoción tiene su origen en la palabra
motore
, que significa movimiento. Una emoción es
el impulso involuntario en un ser humano o animal, que se genera en el cuerpo como una reacción al
ambiente que le rodea; la emoción produce cierta conducta dependiendo del grado en que se haya
experimentado.
Toda emoción contiene un componente fisiológico; esto quiere decir que se relaciona con el
funcionamiento de nuestro cuerpo [
…
] por ejemplo, el enojo o la ira producen que la sangre fluya en
nuestras manos, resultándonos más fácil tomar un arma o golpear a un enemigo, en caso de que
necesitáramos defendernos. El miedo produce que la sangre se dirija a los músculos esqueléticos
largos de las piernas para correr y huir en caso de ataque, y en cambio la sorpresa, nos origina
levantar las cejas para ver mejor lo que se nos presenta.
Las emociones NO son “buenas ni malas”, “positivas o negativas”; en cambio SÍ son agradables o
desagradables al percibirse o experimentarse, mas no debemos olvidar que TODAS son constructivas
y vitales en nuestra vida, pues contienen en sí mismas, una valiosa información para que podamos
lograr una mejor calidad de vida.
Aprender a descifrar y entender los mensajes que contiene cada una de nuestras emociones [
…
] es
lo que finalmente nos permite ser “emocionalmente inteligentes”.
Mensajes de
supervivencia
.
Miedo
¡Corre, hay peligro!
Enojo
¡Ataca!
Tristeza
¡Ayúdame, estoy herido!
Repugnancia
¡No lo comas, está envenenado!
Interés
¡Vamos a investigar, exploremos!
Sorpresa
¡Cuidado!, ¡Atención!
Aceptación
¡No te alejes del grupo por seguridad!
Alegría
¡Vamos a cooperar!
El mensaje que [nos da cada emoción] nos auxilia en la supervivencia, son los mismos que
compartimos con todos los animales; sin embargo, hoy en día son pocas las veces que usamos
nuestras emociones para “sobrevivir”. Una persona emocionalmente inteligente sabe interpretar
los mensajes de las emociones de tal modo que éstos contribuyan a que tengamos una vida
más equilibrada y feliz.
Sofía Smeke (2006),
Alcanzando la inteligencia emocional
, p. 129.