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2. Enflorado o
enfleurage.
Consiste en colocar flores olorosas en contacto con una grasa (puede ser
manteca de cerdo lavada o aceite de oliva), ya sea con paños empapados en ella o untando dos tablas
con una capa gruesa de grasa y poniendo las flores al centro como un emparedado. Deben retirar las
flores cuando pierdan su aroma y sustituirlas por otras durante tantos días como consideren necesario
hasta que la grasa esté saturada de aroma. Entonces, se recoge y se le envasa. Su empleo puede ser
como base para pomadas, cremas o jabones. Si desean extraer la esencia, agreguen alcohol caliente a la
mezcla, esperen a que enfríe y decántenla. En este proceso, el alcohol arrastra la esencia.
3.
Exprimido.
Enrollen las flores y plantas aromáticas en una tela
que se enrosque como un cordón, giren cada extremo en sentido
contrario, retorciendo todo lo posible. Recojan las gotas de esencia
en un recipiente. Laven el paño con alcohol para recuperar lo que
haya quedado adherido en él, vertiendo el líquido en un frasco.
Dejen que se evapore para recuperar la esencia. Este método es
recomendable para extraer aceite de las cáscaras de los cítricos.
4. Maceración en caliente.
Consiste en sumergir las flores, hierbas y
semillas
troceadas
o
machacadas
en
aceite
y
calentarlo
suavemente sin que llegue a hervir removiendo constantemente
con un palo. Después de una hora, filtren a través de un paño y
dejen enfriar. El resultado será un aceite perfumado que deberá guardarse en un recipiente de vidrio o
cerámica. Pueden usar cualquier aceite a condición de que no tenga aroma, para esto se recomienda el
de oliva y el de almendra.
5. Maceración en frío.
En este caso, se recomienda que utilicen hierbas y flores secas, las cuales
deben ponerse en un frasco hasta la mitad, cúbranlas con aceite y ciérrenlo herméticamente. Dejen
macerar por dos semanas en un lugar oscuro y seco. Filtren con un paño y desechen las plantas.
Coloquen más plantas en el aceite obtenido, tapen y dejen macerar por otros 15 días. Finalmente,
filtren.
6. Maceración por cocción.
Coloquen las plantas troceadas o machacadas en una cacerola de barro
o cerámica, cubriéndolas de agua. Envuelvan la tapa en un paño empapado de aceite y tapen la
olla. Cuezan hasta que el agua se evapore. La esencia estará en la grasa del paño, por lo que
deberán rasparla con una lámina o un palo.
Exprimir las plantas en un paño sirve para
extraer la esencia.
Esquema general de un alambique para destilar aceites esenciales