37
Libro para el maestro
21
ESPAÑOL
III
—Usted parece tener carácter muy apacible. ¿Esto
tiene que ver con el hecho de haber estado en lugares
tan inhóspitos o siempre fue así?
—En realidad cambié mucho con los años, fui cre-
ciendo y viendo que el que está al lado, ya sea negro o
amarillo, es tu hermano. Eso es lo que te lleva a valorar
otras cosas.
—¿Cómo fue su experiencia en Ruanda y Zaire?
—Pasamos momentos de paz y de guerra. Allí hay
dos etnias: tutsi y hutu. En Ruanda, los tutsi son una
mínima parte de la población. Los hutu siempre fue-
ron el pueblo. A lo largo de 800 años hubo predomi-
nios alternados de unos sobre otros. Este conflicto
dio pie, tres años atrás, a un genocidio: un millón y
medio de muertos y dos millones de refugiados hutu
en el Zaire. Fue la peor matanza de la historia des-
pués del Holocausto.
Nosotros habíamos llegado a Ruanda para una
misión de desarrollo en la posguerra; pero al poco
tiempo, en el Zaire, hubo una gran revolución bas-
tante sangrienta propiciada por un grupo tutsi y lo
que había comenzado como una misión de desarro-
llo se convirtió en una misión de guerra. Esas cosas
suelen pasar.
La situación económica era catastrófica, los hospi-
tales habían sido completamente saqueados —ni
puertas tenían—, no se conseguían alimentos, las far-
macias también habían sido saqueadas. Cuando se fir-
mó la paz en Ruanda las condiciones no mejoraron ni
dejó de morir gente. Así aprendimos que primero se
trabaja con la guerra y después con la posguerra, que
ocasiona tantas muertes como la guerra misma, sobre
todo por las pestes y la falta de alimento.
—¿Cómo hacían para realizar intervenciones qui-
rúrgicas en esas condiciones?
—Los que somos cirujanos de guerra sabemos
cómo enfrentar esas situaciones: por ejemplo, para lo-
grar algo de
asepsia
hervimos las sabanas que tene-
mos a mano. La gente a la que atendíamos sabía que
nos faltaban los elementos y las condiciones más ele-
mentales, pero nos pedían que los salváramos como
pudiéramos. Yo operaba sin anestesia, con un corta-
plumas como bisturí, que además me permitía otras
funciones ya que algunos hasta tienen pinzas. Pero es-
tas cosas no las he inventado yo, son viejas como la
cirugía.
—¿Y se salvan muchas vidas en esas condiciones?
—Si no fuera así, nada de esto tendría sentido. De
hecho, el tema tuvo trascendencia porque dos perio-
distas que se refugiaron en mi casa vieron que habían
muerto sólo dos personas entre noventa.
Zaire
Ruanda
150
SECUENCIA EVALUACIÓN BIMESTRAL
TEXTO 5
Consecuencias del genocidio
Años después de la matanza, se encontraron miles de fosas comunes
donde se hacinaban los cadáveres de las víctimas de la masacre.
Aquelos que sobrevivieron, aún sufren las consecuencias del genoci-
dio. En Ruanda, miles de niños huérfanos luchan por sobrevivir sin el
apoyo de los adultos. Su situación los hace más vulnerables a la po-
breza y la explotación. También las mujeres padecen las consecuen-
cias de la matanza. Muchas, cerca de medio milón, fueron violadas y
usadas como armas de guera. Otras murieron víctimas del sida y de
enfermedades venéreas. En las mujeres ha recaído la parte más dura
del proceso de reconstrución de la nación. De su esfuerzo cotidiano
depende que sus hogares y sus hijos salgan adelante en un país que
enfrenta un alto índice de pobreza.
TEXTO 3
Revolución social
En 1959, estaló una revolución campesina en Ruanda. El
poder ya no lo tenían los tutsis; ahora estaba en manos de
los campesinos hutus. El país quedó dividido en dos bandos
enemigos y, desde ese momento, la violencia y la muerte
fueron las banderas de Ruanda. El 31 de mayo de 1962 in-
tervino la ONU para proclamar una amnistía, luego de com-
probar que los enfrentamientos se agravaban. Ya habían
abandonado el país unos 150 00 tutsis. Los hutus asumieron el gobierno y enfrentaron diversas situaciones que
pusieron en peligro su permanencia en el poder. Por un lado, aquelos tutsis expulsados del país, se organizaron
para volver a Ruanda y formaron el lamado Frente Patriótico Ruandés (FPR) y se prepararon para atacar a los
hutus. Por otro lado, en 1989, el precio mundial del café se redujo en 50%, lo que hizo que Ruanda perdiera 40%
de sus ingresos por exportación. El país enfrentó la peor crisis alimentaria de los últimos 50 años y el gasto mi-
litar aumentó en perjuicio de los servicios públicos. En octubre de 190, el FPR invadió Ruanda y durante tres
años se desarolaron continuas luchas entre tutsis y hutus. En 193, se firmó un acuerdo de paz, pero la tensión
no disminuyó y los hutus comenzaron a levar a cabo una serie de aciones para eliminar a los tutsis.
En tres meses, el país con mayor
densidad poblacional en África per-
dió más de 20% de sus habitantes.
El 6 de abril de 194, fue asesinado
el presidente de Ruanda y ésta fue la
señal que dio paso a la matanza de
tutsis. Se dice que en aquela ma-
sacre murieron entre 50 mil y
1 milón de personas.
Tras los combates, se creó el
campo de refugiados más grande
que se haya organizado en la His-
toria: acogía a casi 2 milones de
personas. Hoy continúan en pro-
ceso los juicios por genocidio ini-
ciados por Ruanda en el Tribunal
Penal Internacional.
TEXTO 4
Opción cero: el genocidio
I
149
HISTORIA
Ruanda, breves notas de su historia
TEXTO 1
¿Dónde está y cómo es Ruanda?
Ruanda es un país de África; aunque su teritorio es pequeño está
densamente poblado. Se caracteriza, entre otras cosas, por la riqueza
de su paisaje geográfico: hay lagos, montes y montañas, y es gracias a
éstas que se le conoce como el país de las mil colinas.
En Ruanda existe un pueblo lamado Banyaruanda, lo integran tres
grupos étnicos: los tutsis que son los dueños del ganado representan
el 14 por ciento de la población; los hutus que se dedican al cultivo
de café y té, alcanzan el 85 por ciento; mientras que los twa cazadores,
aunque fueron los primeros pobladores de Ruanda, hoy en día son el 1
por ciento de la población. De acuerdo al Índice de Desarolo Humano de
la ONU, Ruanda se encuentra en el número 158 de la lista de 175 países.
OCÉANO
ATLÁNTICO
TEXTO 2
Un poco de historia
Los twa, pigmeos cazadores, fueron los primeros habitantes de Ruanda. En el siglo
XI, legaron los hutus, procedentes del río Congo, grupo que fue conquistado por los
tutsis en el siglo XV.
Los tutsis impusieron un sistema de castas donde los hutus
eran los siervos de la sociedad, sometidos por la nobleza tutsi; por muchos años, los
gobernantes de Ruanda fueron reyes tutsis a los que se les lamaba mwamis.
Durante el periodo de los imperios coloniales, en el siglo XIX, Ruanda era colonia
alemana, pero después de la Primera Guera Mundial, el país fue ocupado por Bél-
gica. Los belgas apoyaron durante un tiempo a los tutsis.
Había un sinúmero de desigualdades entre estos tres grupos étnicos en Ruanda:
los tutsis eran los únicos que acedían a la instrución escolar; poseían el ganado de
cebúes una especie de toro que se considera sagrado; así, mientras más cabezas de ga-
nando se tenían, más rico y poderoso era su dueño. Los hutus, se dedicaban a la
agricultura y tenían pocos recursos económicos; eran los vasalos de los tutsis.
Tras la Segunda Guera Mundial, estaló el conflicto entre ambos grupos
debido
a las desigualdades políticas y sociales. Para 1959, las diferencias entre hutus y
tutsis provocaron múltiples conflictos raciales, que derivaron en 1960, en
el derocamiento del monarca tutsi, que huyó con miles de sus seguidores.
El 1 de julio de 1962, influida por el momento anticolonialista que vivía
el continente, Ruanda obtuvo su independencia de Bélgica. No obstante,
las siguientes dos décadas se caracterizaron por sucesivos golpes de Estado
y la declaración de guera entre los ejércitos hutu y tutsi.
Hombre de la tribu tutsi.
Mujer de la tribu hutu.
Miembros de la tribu twa.
Ruanda
Continente africano. Zaire.
Comentario 4:
Revise las páginas 164
a 166 de la Secuencia de Evaluación
bimestral del Libro para el maestro de
Historia I, vol. II, sesión
Ruanda,
breves notas de su historia
; pida
a los alumnos que consulten para
ampliar la información que el
entrevistado ofrece en la siguiente
respuesta.
Comentario 5:
La palabra holocausto
viene del griego
holo
: todo, y
cautos
:
quemar; se utiliza para referirse a
desastres humanos. Se conoce como
Holocausto
al periodo de la historia en
el que hubo una destrucción masiva de
judíos por parte de los nazis, durante
la Segunda Guerra Mundial en los
países ocupados por los alemanes y en
los países que se aliaron con los nazis.
Se calcula que fueron exterminados
alrededor de 6 millones de judíos.