ESPAÑOL
III
191
aquí el más interesado,
en nombre de todos digo
que Segismundo parezca,
pues le basta ser tu hijo.
TODOS
:
Danos al príncipe nuestro,
que ya por Rey le pedimos.
BASILIO:
Vasallos, esa fineza
os agradezco y estimo.
Acompañad a sus cuartos
a los dos atlantes míos,
que mañana le veréis.
TODOS
:
¡Viva el grande rey Basilio!
[Éntranse todos acompañando a ESTRELLA y a
ASTOLFO; quédase el Rey.]
ESCENA VII
Salen CLOTALDO, ROSAURA, CLARÍN.
CLOTALDO
:
¿Podréte hablar?
[Al Rey]
BASILIO:
¡Oh Clotaldo!
Tú seas muy bien venido.
CLOTALDO
:
Aunque viniendo a tus plantas
es fuerza haberlo sido,
esta vez rompe, señor,
el hado triste y esquivo
el privilegio a la ley
y a la costumbre el estilo.
BASILIO:
¿Qué tienes?
CLOTALDO
:
Una desdicha,
señor, que me ha sucedido,
cuando pudiera tenerla
por el mayor regocijo.
BASILIO:
Prosigue.
CLOTALDO
:
Este bello joven,
osado e inadvertido,
entró en la torre, señor,
adonde al príncipe ha visto,
y es…
BASILIO:
No te aflijas, Clotaldo.
Si otro día hubiera sido,
confieso que lo sintiera;
pero ya el secreto he dicho,
y no importa que él lo sepa,
supuesto que yo lo digo.
Vedme después, porque tengo
muchas cosas que advertiros,
y muchas que hagáis por mí;
que habéis de ser os aviso,
instrumento del mayor
suceso que el mundo ha visto:
y a esos presos, porque al fin
no presumáis que castigo
descuidos vuestros, perdono.
[Vase.]
CLOTALDO
:
¡Vivas, gran señor, mil siglos!
ESCENA VIII
CLOTALDO
:
[Aparte.]
(Mejoró el cielo la suerte.
Ya no diré que es mi hijo,
pues que lo puedo excusar.)
Extranjeros peregrinos,
libres estáis.
ROSAURA
:
Tus pies beso
mil veces.
CLARÍN:
Y yo los viso,
que una letra más o menos
no reparan dos amigos.