FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
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II
•
Vuelvan a este esquema a lo largo de la secuencia para recuperar algunos de los
elementos que ahí se presentan, o agregar nuevos.
¿Realmente vivimos en comunidad?
Vivir en una localidad, ser parte de ella, es un hecho que en ocasiones resulta ajeno a
nuestra voluntad. Sin embargo,
formar comunidad
y sentirla como propia es algo
distinto: tiene que ver con crear lazos entre quienes comparten un espacio, y que los
hace sentirse unidos, integrantes realmente de un mismo grupo y con el deseo de
construir un destino común. Una localidad se crea formalmente con un determinado
número de personas viviendo en un territorio, pero a la comunidad hay que
construirla
,
con la organización, la solidaridad, la creación de vínculos y la lucha compartida para
enfrentar los retos que afectan a todos.
Clave para ello son las acciones, las formas de relación y de organización dentro de un
grupo. Algunas de ellas contribuyen a crear o fortalecer lazos, pero otras generan, en
cambio, la exclusión de algunos de sus miembros y debilitan la vida en comunidad,
aunque la gente siga viviendo en un mismo territorio.
4.
Distribuyan ahora entre los equipos los siguientes textos e identifiquen:
•
¿Qué comparten los miembros de esas comunidades?
•
¿Qué acciones o actitudes ayudan a mantenerlos unidos y a considerarse parte de un
mismo pueblo?
•
¿En qué casos hay actitudes o acciones que los separan?
SESIÓN 71
(Oaxaca, Cimac)
La ausencia de los indígenas mixes,
debido a la migración, ha obligado a las mujeres a
participar en tareas comunitarias, destinadas con
anterioridad sólo a los hombres, trabajo que co-
mienza a ser reconocido por estas comunidades
asentadas en la región de la Sierra Norte de Oaxaca.
La representante de la asociación civil Servicios
del Pueblo Mixe, Sofía Robles Hernández, habló a
Cimacnoticias sobre cómo estas mujeres se han visto
obligadas a desempeñar labores vinculadas a la polí-
tica, además de atender sus casas, hijos y parcelas.
Las grandes importaciones de granos como café
y maíz, a raíz del Tratado de Libre Comercio para
América del Norte (
TLCAN
), rompieron las cadenas
de cultivos obligando a los indígenas de la zona
mixe y de otras regiones del estado a emplearse fue-
ra de sus comunidades, explicó.
Hoy, dijo, las condiciones del campo obligan
a comprar en lugar de producir, el problema es
que en las comunidades la única alternativa era la
producción, de ahí que se perciba un lacerante em-
pobrecimiento que obliga a los hombres a emigrar
y a las mujeres a hacer frente a las responsabilidades
que los usos y costumbres imponen, en medio de
diversas contradicciones.
México: Mujeres mixes ocupan cargos políticos
de sus hombres
Soledad Jarquín. “México: Mujeres mixes ocupan cargos políticos de sus hombres”.
(recuperado el 20 de octubre de 2007). Adaptación.