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SECUENCIA 11
Los empresarios también participaron en el proceso de industrialización, a ellos les
correspondía:
La creación de empresas que produjeran para el mercado interno.
La incorporación de nueva tecnología.
La inversión de capitales que hicieran posibles los dos puntos anteriores.
Sin embargo, durante el periodo
1946-1970 el Estado fue el principal
inversionista en la economía nacio-
nal, de manera que en 1950 más de
50 por ciento de la inversión
provenía del sector público, el cual a
su vez contaba con 400 empresas
paraestatales que controlaban
sectores estratégicos de la economía
como el petróleo, la electricidad, las
comunicaciones y el agua.
El Estado también se encargó de
construir la infraestructura necesa-
ria para agilizar el intercambio de
productos al interior del país, de
manera que las empresas tuvieran
un rápido y fácil acceso a las
materias primas necesarias para la
producción, a la vez que sus mer-
cancías llegaban más eficientemente
a los consumidores. Si a finales del
siglo
XIX
el ferrocarril fue uno de los principales motores de la economía mexicana, en
el siglo
XX
lo serían las carreteras por donde transitaban camiones y automóviles, los
cuales se constituyeron en el medio de transporte por excelencia en todo el mundo.
Así, la red de carreteras, que en 1940 contaba con 10 mil kilómetros, se amplió a través
de la cooperación entre el gobierno y empresas constructoras nacionales, hasta alcan-
zar los 70 mil kilómetros en 1970.
En ciudades como la de
México, Guadalajara,
Querétaro, Celaya y
Monterrey se fundaron
numerosas industrias que
se convirtieron en la base
de la economía mexicana
al cabo de una década.
•
Revisen sus anotaciones y compleméntenlas si lo consideran necesario.
•
Con base en ellas completen el siguiente mapa conceptual.
> Si tienen alguna duda, lean nuevamente el texto.
Sabías que…
Uno de los propósitos de las medidas tomadas por el
Estado era limitar la entrada de capitales extranjeros
y su influencia en la economía mexicana. Por ello, en
1944 se expidió un decreto presidencial a partir del cual
el gobierno podía exigir a cualquier empresa cuando
menos 51 por ciento de participación nacional para
operar en México.