126
—Bueno, —dijo el marido— pero eso no te
libraría de la enfermedad o la tristeza. A
mí me parece que sería razonable desear
alegría, salud y una larga vida.
—¿Y de qué sirve una larga vida sin dinero?
—contestó ella—. El hada debería habernos
prometido una docena de dones.