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Se alejaron al galope, y el caballo de
arena fue con ellos.
A la mañana siguiente, cuando el
artista bajó a la playa, se encontró
con un grupo de gente que comentaba:
—¡Qué lástima! Todo ese trabajo
barrido por el mar…
Pero el artista sonreía. Él sabÍa a
dónde habÍa ido su caballo de arena.
Al escultor le gustaba modelar
animales de arena. En especial
caballos.
Por eso creó un caballo de arena, tan
hermoso y perfecto que parecÍa vivo.
Tanto, que algo muy especial podÍa
sucederle…
Lee otro cuento donde algo muy
especial puede suceder en
El tesoro
,
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