La expedición regresó a La Cañada, donde
vivía Conín, y le pidió que intentara
convencer a los indígenas que ahí vivían de
que aceptaran rendirse incondicionalmente.
La propuesta no fue aceptada por los
indígenas, y el 25 de julio de 1531, en el
cerro de Sangremal se dio una
batalla que
duró un día. Ese combate fue ganado por los
españoles y sus aliados indígenas.
Existen dos versiones de cómo sucedió
la batalla. La primera dice que hubo un
acuerdo pacífico para evitar más muertes;
se acordó que sólo sería una lucha cuerpo a
cuerpo sin armas, la cual fue ganada por los
españoles.
Para cumplir con la tarea, Conín le pidió
ayuda al cacique de Jilotepec, quien organizó
la expedición de conquista llevando un
numeroso ejército de otomíes y a un padre
franciscano. El 24 de junio de 1531 fundaron
la ciudad de San Juan del Río.
Vista de San Juan del Río, Querétaro, ciudad fundada en 1531.
Esta estatua se ubica en el centro de Santiago de
Querétaro y representa a Conín, o Fernando de Tapia, el
cacique indígena que permitió la conquista del territorio
queretano.
Actualmente, en la cima del cerro de Sangremal se halla
el Panteón de Queretanos Ilustres.
Sin embargo, cuando los chichimecas tomaron
la ventaja dice la leyenda que los conquistadores
se hincaron a rezar y pidieron ayuda a Santiago
Apóstol, el santo de su devoción. Se cuenta
que en ese momento hubo un eclipse de sol
y apareció en el cielo una gran cruz brillante
junto con el apóstol Santiago montado en un
caballo. Ante esta visión, según la leyenda,
los chichimecas se sintieron derrotados y
entregaron su territorio a los españoles y sus
aliados indígenas. El desarrollo de esta batalla,
la aparición del apóstol y el eclipse conforman el
mito de la fundación de la ciudad de Santiago de
Querétaro.
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